Bas Leinders es el nombre del director del equipo MarcVDS. Este belga, comandante del equipo belga, ha perseguido durante los últimos años conseguir la gloria también en el circuito belga, en la prueba más importante del año de las Blancpain Endurance Series, las 24h de Spa-Francorchamps.
Pero con casi 60 vehículos luchando cada edición por llevarse la victoria, lograrlo es todo un hito. El MarcVDS ha rozado el triunfo en las últimas ediciones. La pasada temporada luchó por él hasta la última hora de carrera, cuando una sanción por “track limits” truncó las esperanzas. Y ha sido esta edición 2015, superando numerosas adversidades, cuando al fin han logrado la victoria.
No fue un paseo. La utilización de más de un safety car provocó que los dos BMW Z4 del equipo belga perdieran una vuelta durante los primeros compases de la prueba ante la incredulidad del Team Manager. Más tarde, con una asombrosa remontada y con los dos vehículos en las cuatro primeras posiciones, uno de los vehículos recibía una penalización por adelantar con banderas amarillas. El segundo BMW Z4, que en esos momentos lideraba la prueba también sería sancionado, aunque en este caso, una rápida apelación del equipo permitió demostrar el error de los comisarios y la sanción fue revocada a tiempo.
Con un gran trabajo de estrategia, la unidad pilotada por Dirk Werner, Augusto Farfus y Maxime Martin consiguió una cómoda ventaja de una vuelta, lo que le daba un respiro al equipo. Al menos, hasta que de pronto, el motor, sin previo aviso, gripó, poniendo fin a las esperanzas del trio de pilotos oficiales de BMW. Una avería inusual para el BMW Z4 GT3, un vehículo que se encuentra en su último tramo de vida, momento en el que las máquinas encuentran su mayor punto de fiabilidad.
La ventaja del trabajo bien hecho permitió a un desolado Bas Leinders reaccionar ante tal tragedia a falta de cinco horas para terminar la prueba. Ordenó a la unidad pilotada por Markus Palttala, Lucas Luhr y Nick Catsburg apretar al máximo con la intención de recuperar el liderato. La salida del sol dio alas al BMW que acabó recuperando el liderato de carrera para el MarcVDS apenas siete vueltas después de la avería de primer vehículo.
A estas alturas de carrera, la victoria se decidirá entre tres vehículos. El citado BWM, el Audi R8 de Stippler, Müller y Ortelli y el Mercedes SLS GT3 de ROWE Racing, con Dani Juncadella, Nico Bastian y Stef Dusseldopr al volante. Pero Audi se vio obligado a extremar las preocupaciones después de que los modelos hermanos de este R8 2016 comenzaran a mostrar signos de fatiga. El Mercedes por su parte no pudo seguir el ritmo de los rivales una vez comenzó a aumentar la temperatura del trazado.
Finalmente Bas Leinders comenzó a respirar con cierta tranquilidad cuando con una vuelta de ventaja, el equipo WRT de Audi daba el segundo puesto como válido, y especialmente después de que de forma cruel el Mercedes SLS de ROWE se viera obligado a abandonar durante la última hora de carrera al decir basta la mecánica.
Tras 24 horas de carrera, tras completar 536 vueltas, más de 3750 kilómetros, el BMW Sports Trophy Team MarcVDS se llevaba la victoria a bordo del BMW Z4 GT3 con Markus Palttala, Lucas Luhr y Nick Catsburg al volante. Segunda posición para el Belgian Audi Club Team WRT a bordo del Audi R8 LMS, el vehículo que Audi comenzará a repartir a sus equipos clientes en la temporada 2016 y que con Frank Stippler, Nico Müller y Stéphane Ortelli al volante finalizó la carrera una vuelta por debajo del ganador. El podio lo completó otro Audi 2016, el del equipo Phoenix Racing con Christian Mamerow, Christopher Mies y Nicki Thiim al volante.
Una buena muestra de lo atípica de la prueba fue la presencia en la cuarta posición de un vehículo de la categoría Pro-Am, el Ferrari 458 de AF Corse de Pasin Lathouras, Stephane Lemeret, Gianmaria Bruni y Alessandro Pier Guidi, que consiguieron la victoria en la citada categoría tras completar 531 vueltas, solo 5 menos que el ganador absoluto. En el podio estuvo acompañado por el también AF Corse de Duncan Cameron, Matt Griffin, Francisco Guedes y David Rigon, que finalizaron en sexta posición. El séptima posición, y completando el podio en Pro-Am, el BMW Z4 de Ecurie Ecosse con Devon Modell, Alasdair McCaig, Oliver Bryant y Alexander Sims al volante. Aunque AF Corse tenía tanto vehículos como una alineación de pilotos digna de luchar por la victoria absoluta, una vez más prefirió permanecer en su zona de seguridad, tanto competitiva como económicamente, conformándose con participar en la categoría Pro-Am, como por supuesto, en la categoría Amateur.
Y si no es habitual que los vehículos Pro-Am completen la prueba en posiciones tan avanzadas, tampoco lo que es que el ganador de la categoría Amateur, con alineaciones completamente amateur, finalizara en la decimocuarta posición con 513 vueltas completadas, lo que de nuevo es buena señal de lo atípica que resultó esta edición de las 24h. El ganador de esta categoría no fue otro que el Team Parker Racing y su Audi R8 LMS Ultra con Ian loggie, Julian Westwood, Benny Simonsen y Callum MacLeod.
Desenlace cruel para Dani Juncadella
ROWE Racing se presentó a la prueba con una alineación atípica. A una pareja muy joven formada por Nico Bastian y Stef Dusseldorp, ambos de 25 años, se unía el español Dani Juncadella, de 24 años y con una experiencia limitada tanto en el mundo de los vehículos carrozados como especialmente en las carreras de resistencia.
Y es que aunque Audi y BMW tienen costumbre de dotar de una gran versatilidad a sus pilotos de fábrica, no es una filosofía seguida por Mercedes, y aunque Dani está disputando su tercera temporada en el DTM, el campeón de la Formula 3 llegaba con una experiencia limitada en GT’s. Dicha experiencia se ha formado esta temporada, donde el piloto español destacó con un gran rendimiento en sus relevos tanto en Monza (donde llegó a liderar) como el Silverstone. En Paul Ricard se consagró, rozando el podio con una cuarta posición en la que además fue su primera toma de contacto con el pilotaje nocturno.
Antes de la carrera, ROWE sorprendía indicando que a pesar de lo esperado, solo llevaría un vehículo a la prueba en lugar de dos. Sin entrar en la quiniela de favoritos, el Mercedes SLS AMG GT3 sorprendió cuando cogió el liderato en la sexta hora de carrera, manteniéndolo durante toda la noche. El equipo se llevó el plus de puntos que se otorgan por liderar la prueba tras la sexta y la doceava hora de carrera, y se mantuvo dentro del podio hasta el desenlace de la misma.
Nico Bastian se encontraba en una cómoda tercera posición, no a mucha distancia de poder disputarle la segunda plaza al Audi R8 de WRT. Un desafortunado semáforo rojo cogido por segundos durante un periodo de safetycar y un lento cambio de frenos mermaron las opciones de victoria, pero no así las de podio. “Demolitiondella”, el curioso apodo que algún miembro del equipo había puesto a Dani, parecía el señalado para realizar el último stint y cruzar la línea de meta, pero esto nunca ocurrió. A falta de 50 minutos para finalziar la prueba y con 511 vueltas completadas, Nico Bastian entró a boxes con un gran problema de calentamiento. Una vez los mecánicos levantaron el capó, se confirmó la triste noticia, no se podría volver a salir a pista.
Un duro golpe para los mecánicos, que acabaron desolados, para Nico Bastian y Stef Dusseldorp, que de mantener la posición acabarían la prueba como líderes destacados del campeonato a falta de una sola prueba, y duro para Dani Juncadella, que soñaba no solo con subir al podio, sino con emular a Álex Soler-Roig, hasta la fecha, el único piloto español que ha logrado la victoria en las 24h de de Spa-Francorchamps.
Las 511 vueltas completadas permitieron al equipo acabar en la novena posición dentro de la categoría Pro, que les da a los pilotos dos puntos, además de los 24 sumados por liderar en los momentos clave. Dusseldorp y Bastian son segundos en el campeonato con 50 puntos, por 59 de Stippler y Ortelli. Juncadella, que corrió junto a otros pilotos en Monza y Silverstone, es quinto con 43 puntos. Juncadella no ha confirmado su presencia en la última prueba de la temporada, los 1000 kilómetros de Nürburgring, que se disputará el 20 de Septiembre, pero la remota posibilidad de luchar por el título, o de ayudar a Dusseldorp y Bastian a lograrlo, puede servir de incentivo al piloto español.
Andy Soucek y Miguel Toril sin fortuna
Andy Soucek disputó sus primeras 24h de Spa-Francorchamps como piloto de fábrica. Tras varias ediciones con un McLaren MP4-12C y su carencia de fiabilidad, el disputarlas con el equipo Bentley M-Sport le dio al campeón de la Formula 2 ciertas garantías. Sin embargo, no hubo suerte. Tras superar con relativo éxito el periodo de lluvia, los problemas ocasionados por el safety car y el atardecer, Andy llegó al ecuador de la carrera en posiciones de cabeza.
Momento en el que todo se torció para el equipo M-Sport. Andy Meyrick, piloto del #7 sufría un fuerte golpe difícil de explicar, y que además le obligaría a pasar la noche bajo observación en el hospital. Tras unos stints aplastantes en los que se remontaron numerosas posiciones, Soucek dejó el coche en manos de Buhk. Tras un trompo sin consecuencias, el subcampeón de las Blancpain Sprint Series perdió contacto con el equipo, un equipo que más tarde tendría que confirmar que el Bentley Continental se encontraba detenido en el sector dos con un fallo eléctrico sin identificar, y que a la postre supuso el final de la carrera. Soucek se marcha de nuevo de las Ardenas sin culminar un gran resultado, con el recuerdo de unos grandes relevos que ayudaron al equipo a mantenerse en cabeza mientras se pudo luchar.
Miguel Toril no guardará un gran recuerdo de la edición 2015 de las 24h de Spa-Francorchamps. La ausencia del equipo Car Collection obligó a Miguel a buscar acomodo en otro equipo, encontrándolo finalmente en el GT Russian Team, pilotando un llamativo Mercedes SLS AMG GT3 de color amarillo junto a Christophe Bouchut, Kenneth Heyer y Alexey Karachev, dentro de la categoría Pro-Am.
Aunque el equipo no logró meterse en la Superpole, donde solo entraron los 20 más rápidos, finalmente saldría a carrera desde la trigésimo cuarta posición, un buen lugar debido al alto número de participantes. Tras un gran inicio de carrera donde el equipo ascendió hasta la decimoquinta posición tras 17 vueltas, un golpe les obligó a una reparación de urgencia por la que perdieron cinco vueltas, pero continuando en carrera. Desafortunadamente, un nuevo accidente antes de llegar la noche obligó a la retirada del equipo, al no poder repararse el vehículo.
Dureza y un número de abandonos inusual
Esta edición de las 24h de Spa-Francorchamps ha tenido prácticamente todos los ingredientes esperados. Lluvia, frío, calor, safety car, tráfico. Todos los elementos que han forzado las mecánicas hasta un límite para el que quizás no estaban preparados. El sábado a las 16:30 nada menos que 57 GT3 tomaron la salida de la prueba. El domingo a la misma hora, solo 26 coches, menos de la mitad, lograron cruzar la línea de meta.
Aunque la presencia de vehículos recién estrenados como el McLaren 650s, el Lamborghini Huracan o el nuevo Audi podría aumentar el número de problemas mecánicos, la realidad ha superado cualquier tipo de previsión, y es que a pesar de lo visto en la edición 2014 y del alto número de pilotos Amateur, los accidentes fueron minoría, siendo la mayoría de los causantes la fiabilidad mecánica.
McLaren ganó la lluvia, Mercedes la noche y BMW el día
El equipo Von Ryan Racing llegó a Spa-Francorchamps con dos McLaren 650s, con el apoyo de fábrica que con pilotos como Alvaro Parente o Kevin Estre les iba a permitir luchar por la victoria. Sin embargo el fabricante británico superó las expectativas con un ritmo espectacular bajo la lluvia que colocó a sus dos coches en las primeras posiciones durante las dos primeras horas de carrera. Una vez la pista comenzó a secarse, la ventaja desapareció. La fiabilidad y la estrategia hicieron el resto.
Desde entrenamientos libres el equipo ROWE sorprendió con el ritmo nocturno, un ritmo que se ratificó en carrera. Primero fue Dani Juncadella, quien se estrenó con un sobresaliente en el pilotaje nocturno, metiéndole tiempo vuelta a vuelta a sus rivales. Tras Dani, Bastian y Dusseldorp continuaron con un ritmo desorbitado que sirvió para lograr atesorar una vuelta de ventaja con el segundo clasificado. Desafortunadamente esta ventaja se fue al traste cuando una parada en periodo de Safety Car dejó al Mercedes atrapado tras el semáforo en rojo durante dos minutos. Un posterior cambios de frenó hizo que el ROWE Racing pasara de luchar por la victoria a luchar por el podio, antes de que la fiabilidad mecánica acabaran con toda esperanza.
Y si el Mercedes SLS de ROWE Racing sorprendió por la noche, lo que hizo el BMW Z4 del MarcVDS una vez apareció el sol se sale de toda lógica. Asentado en la cuarta posición, con una vuelta perdida y tras tener que cumplir una sanción por adelantar con bandera amarilla, la aparición de la luz diurna actuó como catalizador, especialmente para Lucas Luhr y Nick Catsburg. El BMW Z4 comenzó a bajar el tiempo vuelta a vuelta, siendo consistentemente entre dos y tres segundos más rápidos que los rivales, marcando una vuelta rápida en 2’18’’751 que mejoró incluso el tiempo de la pole position. Con este ritmo, el ganador de la prueba paso de la cuarta posición con vuelta perdida a ganar la carrera con una vuelta de ventaja sobre el segundo clasificado. Simplemente arrollador.
El campeón decepcionó
Audi tenía marcada en rojo esta prueba en el calendario. Debía suponer la confirmación del nuevo monstruo de Audi, el nuevo R8 que se estrenó de forma exitosa en las pasadas 24h de Nürburgring, donde un consumo más eficiente fue suficiente para derrotar vía paradas en boxes al BMW Z4 del MarcVDS, pero los 7km de Spa-Francorchamps no son los 25km de Nürburgring, y no tendrían dicha ventaja.
Sin embargo, Audi no solo cuenta con un vehículo excelente, sino con unos pilotos de sobresaliente, y el Team WRT no dudó en repetir con la alineación que le dio la victoria en 2014, René Rast, Laurens Vanthoor y Markus Winkelhock. La carrera se les puso de cara, como siempre, por las decisiones del muro. Una vez se desinflaron los McLaren, el Audi R8 no solo lideraba la prueba, sino que rozaba peligrosamente la vuelta de ventaja tras apenas cuatro horas de competición.
Todo se fue al traste por un error del piloto que en otras ocasiones le ha dado la gloria, Laurens Vanthoor. El piloto belga acabó golpeando al Mercedes SLS del equipo Black Falcon, lo que obligó a unas largas reparaciones que acabaron con las posibilidades de victoria. Vanthoor no dudó en pedir disculpas públicas a través de las redes sociales, admitiendo su error tras perder los nervios, pero con la torpeza de entrar en una batalla dialéctica con el neerlandés Yelmer Buurman, al que acusó de haberle bloqueado durante las últimas 10 vueltas.
El Team WRT mostró su profesionalidad una vez más reparando el coche en tiempo record y saliendo de nuevo a carrera. Para frustración del equipo, el Audi R8 sufrió problemas de transmisión, y de nuevo los mecánicos se emplearon a fondo para reparar el vehículo y que éste pudiera cruzar la línea de meta, clasificándose finalmente en la vigesimoprimera posición con 28 vueltas perdidas.
Los Pirelli, inconsistentes
No hay que buscar a fondo para encontrar pilotos y equipos que hablan maravillas de los neumáticos Michelin. Los neumáticos franceses se muestran dóciles, consistentes y con un desgaste mínimo. Desafortunadamente, los Pirelli, neumáticos oficiales y exclusivos del campeonato acostumbran a provocar el efecto contrario.
Las gomas mostraron una caída demasiado radical. El relevo comenzaba siendo cerca de tres segundos más rápido que el final del stint, a pesar de la diferencia del peso del combustible. La diferencia de temperatura tampoco permitió jugar con las gomas. Ni durante la noche ni durante el día los equipos pudieron arriesgar con relevos más largos de lo normal ya que las gomas no aguantaban.
Varios reventones en plena recta sin motivo apartente a primera hora de la mañana no ayudaron a apaciguar el clima de discrepancia con las gomas italianas.
Nicki Thiim, el hombre de la carrera
Con más de 200 pilotos presentes y 50 coches en pista resulta complicado que la actuación de un piloto destaque de forma positiva, pero sin duda alguna Nicki Thiim lo logró. El rendimiento del piloto danés no puede pillar a nadie por sorpresa. Ganador de las 24 horas de Le Mans, de las 24h de Nürburgring o de la Porsche Mobil1 Supercup a pesar de sus 26 años, Thiim acostumbra a llamar la atención allí donde compite, pero su rendimiento en esta edición de las 24h de Spa-Francorchamps ha sido sencillamente excepcional.
Enrolado dentro del Audi Sport Team Phoenix, junto a Christopher Mies y Christian Maremow, Thiim contó con un Audi R8 LMS, el modelo 2016 del que también gozó el equipo WRT. Tras un mal comienzo de carrera, la alineación fue perdiendo terreno hasta que al llegar la noche se encontrar tres vueltas por debajo del liderato. Con una vuelta de desventaja, se lucha, con dos vueltas se puede intentar la heróica, con tres vueltas te sueles limitar a llevar el coche a meta aprovechándote del abandono de los demás.
Sin embargo, Thiim no se dio por vencido. El danés sorprendió con un espectacular stint nocturno, y mientras sus rivales rodaban entre 2’21’’ y 2’23’’, Nicki bajaba hasta el 2’20’’. Algo de fortuna en los Safery car, una gestión impecable del tráfico y una buena estrategia permitió al Team Phoenix recortar la distancia periódicamente hasta lograr entrar en la lucha.
En Phoenix lo tenían claro, y mantuvieron a Thiim tanto tiempo sobre el vehículo como el reglamento permitiese. El premio llegó cuando el ROWE Team abandonó por problemas mecánicos, escalando hasta el tercer puesto y subiendo al podio. Para el recuerdo, los tiempos y la constancia en los mismos logrados por Nicki Thiim, que dejaron en evidencia al segundo Audi R8 del equipo al que acabaron sacando cuatro vueltas, lo cual son palabras mayores cuando son Marcel Fässler, André Lotterer y Mike Rockenfeller los integrantes de dicho vehículo.
Zanardi tuvo el mismo desenlace que Juncadella
BMW y el equipo italiano ROAL Motorsport lo prepararon todo para Alex Zanardi pudiera hacer una gran carrera. El Z4 se mostró competitivo, tanto que junto a Bruno Spengler y Timo Glock consiguieron el mejor tiempo en un Warm-up pasado por agua.
Zanardi mostró una gran agilidad al realizar el cambio del piloto, el que a priori es el gran hándicap del piloto, y que su calidad de pilotaje es contrastada y buena muestras de la misma dio la pasada temporada en las Blancpain Sprint Series. Los mandos instalados en el vehículo que debían ayudar a Zanardi durante su relevo y no interferir en el de Spengler y Glock, funcionaron a la perfección.
Desafortunadamente el equipo se quedó con la miel en los labios. Unos minutos antes del fatal desenlace del Mercedes de Dani Juncadella era el BMW Z4 del equipo italiano el que moría en mitad de la pista, humeante y rezumando toda clase de líquidos. Zanardi tenía que decir adiós al sueño de completar la prueba de resistencia a falta de apenas 60 minutos para finalizar.
Las 500 vueltas completadas hasta entonces permitieron al equipo clasificarse en vigesimoquinta posición, en un resultado positivo, pero como el mal sabor de boca de no poder cruzar la línea a cuadros.