ROWE Racing se presentó a la prueba con una alineación atípica. A una pareja muy joven formada por Nico Bastian y Stef Dusseldorp, ambos de 25 años, se unía el español Dani Juncadella, de 24 años y con una experiencia limitada tanto en el mundo de los vehículos carrozados como especialmente en las carreras de resistencia.
Y es que aunque Audi y BMW tienen costumbre de dotar de una gran versatilidad a sus pilotos de fábrica, no es una filosofía seguida por Mercedes, y aunque Dani está disputando su tercera temporada en el DTM, el campeón de la Formula 3 llegaba con una experiencia limitada en GT’s. Dicha experiencia se ha formado esta temporada, donde el piloto español destacó con un gran rendimiento en sus relevos tanto en Monza (donde llegó a liderar) como el Silverstone. En Paul Ricard se consagró, rozando el podio con una cuarta posición en la que además fue su primera toma de contacto con el pilotaje nocturno.
Antes de la carrera, ROWE sorprendía indicando que a pesar de lo esperado, solo llevaría un vehículo a la prueba en lugar de dos. Sin entrar en la quiniela de favoritos, el Mercedes SLS AMG GT3 sorprendió cuando cogió el liderato en la sexta hora de carrera, manteniéndolo durante toda la noche. El equipo se llevó el plus de puntos que se otorgan por liderar la prueba tras la sexta y la doceava hora de carrera, y se mantuvo dentro del podio hasta el desenlace de la misma.
Nico Bastian se encontraba en una cómoda tercera posición, no a mucha distancia de poder disputarle la segunda plaza al Audi R8 de WRT. Un desafortunado semáforo rojo cogido por segundos durante un periodo de safetycar y un lento cambio de frenos mermaron las opciones de victoria, pero no así las de podio. “Demolitiondella”, el curioso apodo que algún miembro del equipo había puesto a Dani, parecía el señalado para realizar el último stint y cruzar la línea de meta, pero esto nunca ocurrió. A falta de 50 minutos para finalziar la prueba y con 511 vueltas completadas, Nico Bastian entró a boxes con un gran problema de calentamiento. Una vez los mecánicos levantaron el capó, se confirmó la triste noticia, no se podría volver a salir a pista.
Un duro golpe para los mecánicos, que acabaron desolados, para Nico Bastian y Stef Dusseldorp, que de mantener la posición acabarían la prueba como líderes destacados del campeonato a falta de una sola prueba, y duro para Dani Juncadella, que soñaba no solo con subir al podio, sino con emular a Álex Soler-Roig, hasta la fecha, el único piloto español que ha logrado la victoria en las 24h de de Spa-Francorchamps.
Las 511 vueltas completadas permitieron al equipo acabar en la novena posición dentro de la categoría Pro, que les da a los pilotos dos puntos, además de los 24 sumados por liderar en los momentos clave. Dusseldorp y Bastian son segundos en el campeonato con 50 puntos, por 59 de Stippler y Ortelli. Juncadella, que corrió junto a otros pilotos en Monza y Silverstone, es quinto con 43 puntos. Juncadella no ha confirmado su presencia en la última prueba de la temporada, los 1000 kilómetros de Nürburgring, que se disputará el 20 de Septiembre, pero la remota posibilidad de luchar por el título, o de ayudar a Dusseldorp y Bastian a lograrlo, puede servir de incentivo al piloto español.
Juncadella: “Realmente estoy triste sobre todo por mis compañeros, ya que se ponían líderes en el clasificación, ellos solo corren este campeonato y lo que buscan es el poder llegar a ser pilotos oficiales Mercedes y este resultado era muy importante para ellos, oportunidades así no se presentan todos los días. Por suerte todo el mundo ha podido ver cómo ha transcurrido la carrera, hemos estado lideres casi más de 12 horas, por esa parte todos estamos muy contentos. Estoy seguro que los triunfos llegarán, tal y como se dice las carreras son así, para lo bueno y para lo malo.”