Ponerse a quemar rueda con el coche parado no se estila mucho por nuestras fronteras, pero en lugares como Estados Unidos causa verdadero furor. Es innegable que tiene su gracia pero, ¿a qué coste?
El procedimiento para hacerlo es bien sencillo, pisar el freno con contundencia y acelerar a fondo. El desgaste que sufren los neumáticos es evidente, pero entra dentro del juego. En cambio el daño que sufren los frenos traseros es completamente inútil y podría evitarse fácilmente con un sistema que los liberase, justamente lo que acaba de ‘inventar’ Ford.
El nuevo Mustang estrena un control electrónico llamado Line Lock, que al activarlo hace que únicamente funcionen los frenos delanteros. Así las ruedas traseras quedan libres de la mordaza de las pinzas, permitiéndonos quemar los neumáticos sin contemplación, salvaguardando los frenos traseros.
Este sistema ya se usa en las drag race, pero para conseguir las mejores salidas en los coche de calle existe el Launch Control. Así que no le busques una finalidad práctica, el Line Lock se ha creado únicamente para la diversión pura y dura. Un concepto ya casi olvidado en el mundo del automóvil actual.