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Porsche ha tenido la oportunidad de mantenerse fiel a sus raíces con la llegada del 911 R, presentado en el Salón Internacional del Automóvil de Ginebra. Se trata de un 911 (dentro de la generación 991) que está a medio camino entre el 911 GT3 y el GT3 RS, con espíritu de carreras pero sin llegar a centrarse en su uso en circuitos.
El clásico bóxer de seis cilindros continúa en el lugar que le pertenece, tras el eje trasero del 911. Con una capacidad de 4.0 litros y admisión atmosférica, el 911 R alcanza los 493 caballos de potencia, suficientes para pasar de 0 a 100 en 3,7 segundos, 0,4 más lento que el 911 RS. La velocidad punta supera los 330 kilómetros por hora, algo más rápido que el 911 RS centrado en un mayor apoyo aerodinámico.
Entre los elementos más particulares de este modelo está un volante de inercia que ayuda a que el motor se revolucione con mayor libertad y una función automática para que las revoluciones al bajar de marcha sean las óptimas, según el medio Top Gear. Del GT3 RS toma el techo de magnesio, el capó de fibra de carbono, los neumáticos anchos (245 milímetros delante, 305 detrás), frenos cerámicos de serie y llantas de aluminio. La gran diferencia a nivel externo es el cambio del gran alerón trasero del RS por el retractable del Carrera.
Tampoco faltan las referencias a modelos pasados, como las dos líneas rojas que llegan desde el 911 R de 1967. También en el interior tiene elementos en el panel central que se inspiran en el 901 original. Este modelo, limitado a 991 unidades, estará disponible por un precio de 177.300 euros.