Ha tardado Mercedes en dar respuesta al BMW X6, pero una vez que lo ha hecho con su nuevo GLE Coupé, no quiere perder el tiempo ni hacer esperar a sus adinerados clientes y desde ya, les ofrece su portentoso SUV deportivo en versión AMG.
El nuevo Mercedes-AMG GLE 63 Coupé se ha presentado en el Salón de Detroit con el poderoso motor V8 biturbo de 5.5 litros bajo su capó, acompañado de una buena dosis de tecnología para que el chasis de este enorme SUV esté a la altura de las circunstancias.
Porque a pesar de su tamaño, puede rodar realmente rápido. La versión GLE 63 Coupé arroja una potencia de 557 CV a 5.750 rpm con 700 Nm de par disponibles entre 1.750-5.500 rpm, mientras que la GLE 63 S Coupé se va hasta los 585 CV a 5.500 rpm y 760 Nm entre 1.750-5.250 rpm. Ambos consumen 11,9 litros de media, limitan su velocidad máxima a 250 km/h y aceleran de 0 a 100 km/h en poco más de 4 segundos (4,3 y 4,2 segundos respectivamente).
A diferencia de en el resto de la gama GLE, la caja de cambios no es la automática de 9 relaciones, sino la AMG Speedshift Plus 7G-Tronic de 7. La tracción integral 4Matic tampoco es como en los GLE convencionales con un reparto del 50:50, sino como en el GLE 450 AMG donde da prioridad al eje trasero con un reparto 40:60.
Para que además de poder tenga dinamismo, Mercedes ha instalado en este gigante el tren de rodaje deportivo AMG Ride Control con paquete Airmatic, con suspensión neumática con regulación de altura automática y amortiguadores adaptativos ADS Plus que trabajan en consonancia con las estabilizadoras activas del sistema antibalanceo del Active Curve System.
Todo el entramado del tren rodante, así como la respuesta de otros elementos como el motor, el cambio y la dirección deportiva AMG de desmultiplicación variable, varían su respuesta en función del modo de conducción seleccionado con el Dynamic Select, entre: Confort, Sport, Sport Plus, Piso resbaladizo e Individual.
El calzado de este AMG es tan generoso como su cuerpo requiere, calzando llantas de 21 o 22 pulgadas según sea el modelo ‘normal’ o el S, en neumáticos de 285 mm de ancho delante y 325 mm detrás. Tras ellas se pueden ver los discos autoventilados y perforados del sistema de frenado, de 390 y 345 mm delante y detrás respectivamente, con pinzas de color gris, o rojo en el S.
Estos AMG pata negra se diferencian del resto de versiones por esas llantas y por los faldones específicos, con la gran boca en la que se cuela el perfil característico de los últimos AMG que Mercedes denomina “A-Wing” en el delantero, y el difusor con los 4 escapes integrados del trasero.
El interior apenas difiere del que podemos encontrar en el GLE 450 AMG, con asientos más envolventes, volante deportivo, molduras específicas y aquí, eso sí, un cuadro AMG con esferas con efecto fibra de carbono y agujas rojas.
De serie el GLE 63 Coupé incluye, entre otros, Adaptative Brake, Attention Assist, Collision Prevention Assist Plus, portón eléctrico, faros LED, sistema Pre-Safe, cámara trasera y asientos delanteros eléctricos y calefactados. Del lado de los opcionales quedan el audio de alta gama Bang & Olufsen, el Comand Online, el Distronic Plus, el escape Performance y las molduras de fibra de carbono.
Precios del Mercedes GLE Coupé.