Este verano Opel nos presentó su nuevo Corsa, un coche que con el paso del tiempo ha ido perdiendo su aspecto juguetón para hacerse cada vez más maduro. Eso ha hecho que deportividad, tenga más bien poca. Algo que viene a paliar el nuevo acabado OPC Line.
Siguiendo la línea de las marcas premium, Opel ha lanzado este terminación con la que quiere rentabilizar el nombre de su rama deportiva con “simples” acabados y a su vez, satisfacer a aquellos clientes que solo buscan un aspecto más resultón.
El nuevo Corsa OPC Line no hace grandes honores a su nombre y se conforma con incrustar añadidos a sus paragolpes, taloneras y un alerón. Nuevas llantas pintadas de negro y pinceladas de ese mismo color en carcasas de los retrovisores y listón de la parrilla, además de una salida de escape cromada, completan el cóctel de deportividad.
Por dentro la cosa tampoco es para tirar cohetes, aunque hay todo lo exigible. Pedales de aluminio, volante achatado forrado en cuero perforado, nuevo pomo de la palanca de cambios, molduras en negro lacado con un listón del color de la carrocería y hasta asientos con los contornos más marcados.
Al tratarse solo de un acabado, el Corsa OPC Line podrá asociarse a cualquiera de los motores de la gama, si bien el más apropiado sería el nuevo 1.0 tricilíndrico con turbo de 115 CV asociado a una caja manual de 6 relaciones con un tacto más deportivo que el resto.
Hasta la llegada del Corsa OPC de verdad, al que ya se ha podido ver por Nürburgring ultimando sus preparativos, los OPC Line serán la opción más deportiva.