Aprovechando el tirón que tienen carreras como la Gumball 3000, en las que todo es poco, Edo Competition ha cogido el 911 más poderoso del momento y lo ha tuneado, dejándolo listo para plantarse en la línea de salida de cualquiera de esas reuniones.
Por difícil que nos parezca, un Porsche 911 Turbo S recién salido de fábrica puede pasar completamente inadvertido en según qué sitios. Motivo por el cual Edo lo ha decorado con un vinilado de tiras rojas tipo confeti. Las llantas forjadas de 20 pulgadas con la suspensión rebajada 30 mm ya ponen algo más de seriedad en el apartado visual, y de paso contribuyen en el dinámico.
Los 560 CV que eroga originalmente el bóxer biturbo de 3.8 litros son más que suficientes para prácticamente cualquier situación, pero si con un pequeño retoque se puede decir que nuestro 911 tiene casi 600 CV, mejor que mejor. Por eso Edo ha llevado este Turbo S hasta los 590 CV y 750 Nm.
La sobredosis de potencia y par logra que el 0 a 100 km/h caiga en solo 2,8 segundos, 3 décimas menos que de serie, y la velocidad máxima se eleve desde los 318 km/h hasta los 327 km/h. Unas cifras que lo colocan a la altura de verdaderos monstruos de la automoción.
En relación prestaciones/discreción no hay otro como el Porsche 911 Turbo S. Algo muy valorado por muchos de sus propietarios, pero no por todos, y ahí es donde Edo Competition entra a escena.