A diferencia de lo que ocurre en la mayoría de los casos, la versión cerrada de un deportivo resulta más cara y exclusiva que la abierta cuando hablamos de los Porsche Cayman y Boxster. Porsche siempre ha mimado más al cupé (con más potencia por ejemplo) y con la llegada del Cayman GT4, el Boxster parecía que se iba a quedar por debajo, pero nada más lejos de la realidad.
El Boxster Spyder es la alternativa sin techo al exclusivo GT4, sustituyendo el enorme alerón por uno más discreto tipo cola de pato que encaja a la perfección con las dos jorobas características del Spyder. Los faldones también provienen de su hermanastro, igual que los asientos tipo baquet que ambos han heredado del 918 Spyder.
El motor bóxer de 6 cilindros y 3.8 litros del 911 Carrera S vuelve a ocupar el vano motor tras los asientos, aunque nuevamente el Boxster queda por detrás del Cayman, con los 375 CV a 6.700 rpm del Spyder frente a los 385 CV del GT4 (el par de 420 Nm si es igual). No hay caja de doble embrague para el GT4 y tampoco la hay para el Spyder, que se conforma con la transmisión manual de 6 velocidades al eje trasero.
Gracias a la eliminación del motor eléctrico del mecanismo de apertura y cierre de la capota, del climatizador y del equipo multimedia (estos dos últimos pueden instalarse sin sobrecoste), el Spyder es 30 kg más ligero que el Boxster GTS, con un peso de 1.315 kg (según DIN).
Los 10 CV de menos frente al GT4 no hacen mella en su registro de aceleración hasta 100 km/h, clavándolo ambos en 4,5 segundos. En cambio la velocidad punta si se ve perjudicada, por eso y por la aerodinámica, que hace que el Spyder se quede en una máxima de 290 km/h, cuando el cupé supera los 300 km/h. El consumo medio es de 9,9 l/100 km.
Dado su carácter más lúdico, la puesta a punto del Spyder no es tan radical como en el GT4, pero eso no quita para que se le haya dotado de suspensiones más firmes respecto al GTS y que lo dejan 10 mm más bajo. La dirección también ha sido recalibrada y los frenos, son heredados del Carrera S.
He mencionado que el Boxster suele estar un escalón por debajo del Cayman, pero el Spyder queda por encima de cualquiera de ellos en una cosa, su precio. Los 109.292 euros que costará, lo sitúan casi 10.000 euros por encima del Cayman GT4, haciendo de este roadster un verdadero coche de colección.