El Porsche 911 GT3 (991) es una de las máquinas de 4 ruedas más deseadas del momento, pero también una de las que más descontentos tendrá a sus propietarios. Y es que tener que dejarlo parado en el garaje a los pocos meses de comprarlo por un grave defecto de fabricación, no es plato de buen gusto.
La historia comenzó a primeros de año, cuando 5 unidades de estos 911 acabaron calcinadas por unos incendios que comenzaban por la zona del motor. Inmediatamente Porsche paralizó las entregas de los GT3 y recomendó a sus propietarios no usar sus coches hasta encontrar el origen del problema.
Como se supuso desde un primer momento, los incendios se originaban por una fuga de aceite sobre el escape, fuga que la investigación determinó que se producía por una rotura en el bloque provocada por los pernos de las bielas. Ante semejante panorama se optó por una solución salomónica, cambiar el motor de los 785 GT3 entregados.
Esto se decidió le mes pasado, pero tampoco se había informado a los propietarios del devenir del proceso más allá de la recomendación de dejar parados sus coches. Ahora Porsche les ha mandado una carta en la que les cuenta que la fabricación de los nuevos motores se iniciará el próximo 22 de abril, y tan pronto como sea posible se irán montando en sus vehículos.
Con esto se pondrá fin al problema de forma definitiva, pero eso no significa que los clientes tengan que quedar satisfechos. Después de haber desembolsado más de 150.000 euros por un capricho, se espera que su resultado sea excelente.
Para compensar el agravio, Porsche va a dar a todos los 911 GT3 afectados un año extra de garantía, aunque eso no creo que compense los meses que sus dueños están pasando sin sacarlos del garaje.
[Vía: Autoblog]