Las actualizaciones a las que Toyota somete a sus modelos suelen ser muy tibias, pero la del GT86 se lleva la palma. Retoques casi imperceptibles que Toyota considera suficientes para un coche que no ha tenido la aceptación que se esperaba.
En lo que al ojo respecta, solo los conocedores del modelo podrán distinguir a esta versión 2015. En el exterior la antena tipo ‘aleta de tiburón’ lo delata, mientras que en el interior son las molduras en símil fibra de carbono y la introducción de un apoyabrazos entre los asientos delanteros, los que evidencian el cambio.
Mecánicamente Toyota ha hecho modificaciones en el motor bóxer de 4 cilindros, 2.0 litros y 200 CV, para que ahora cumpla con la norma Euro 6. Mientras que dirección y suspensión han sido revisadas para mejorar la estabilidad y el paso por curva.
Existe un único nivel de acabado denominado Sport, que puede completarse con las tres únicas opciones disponibles: tapicería de piel/Alcántara, cambio automático con levas en el volante y navegador Touch&Go. A elegir, uno de los 7 colores para la carrocería: Blanco Gorobe II, Plata Katsushiro II, Gris Oscuro Kikuchiyo, Negro Sichiroyi, Azul Kanbe II, Rojo Kyuzo y Naranja Heihachi II.
La actualización viene acompañada también de un injustificable aumento de precio, que ahora es de 32.300 euros y que no ayudará precisamente a aumentar las ventas del GT86.