A subasta el Benetton de Michael Schumacher y Nelson Piquet

Del 13 al 15 de mayo, el circuito de Spa-Francorchamps acogerá el Spa Classic, uno de sus eventos más emblemáticos del año, en el que más de 1.500 coches clásicos se dan cita, ya sea para competir, desfilar o, simplemente, ser exhibidos ante los ojos de los más de 20.000 visitantes. Durante ese fin de semana, la prestigiosa casa de subastas Bonhams llevará a cabo una subasta de coches clásicos, y entre la amplia gama disponible, sólo para bolsillos muy profundos, destaca su lote estrella, el chasis número 02 del Benetton B-191.

Como su número indica, este chasis fue uno de los dos modelos con los que Benetton hizo debutar el B-191 en la tercera prueba de la temporada, en San Marino, después de que Nelson Piquet y Roberto Moreno tuviesen que usar una versión modificada del B-190 en Phoenix y Brasil. Moreno fue el encargado de estrenarlo, clasificando y terminando la prueba en 13ª posición. Desde la siguiente prueba, en Mónaco, el chasis pasó a manos de Piquet, que compitió con él en 10 Grandes Premios. Con este chasis, el tricampeón brasileño obtuvo su 23ª y última victoria en Fórmula 1, en el Gran Premio de Canadá, después que Nigel Mansell calase el motor al saludar a la afición en la última vuelta.



Piquet llegó a poner el coche en segunda línea (cuarta posición) en Mónaco y, además del triunfo en Canadá, obtuvo un podio en Bélgica, sumando un total de 19 puntos. En Japón y Australia, las dos últimas carreras del año, el chasis pasó a ser pilotado por el novato Michael Schumacher, que había impresionado sumando puntos en sus tres primeras carreras con el equipo. El alemán, por desgracia, nunca vio la bandera a cuadros con éste chasis, sufriendo una rotura de motor en Suzuka y siendo víctima del aguacero de Adelaida con una salida de pista en la quinta vuelta.



Desde entonces, éste chasis había servido como modelo de museo y exposición, hasta el año pasado, cuando el coche recibió una restauración completa para devolverlo a su estado original. El coche, a día de hoy, está exactamente igual que en 1991, como recién salido de Witney (la fábrica de Benetton hasta mudarse a Enstone en 1992), salvo por unas medidas de seguridad ordenadas por la FIA para permitir su rodaje. Y lo que es más importante, el coche funciona.

Bonhams espera que la suma final en la subasta oscile entre las 640.000 y las 810.000 libras esterlinas (entre 750.000 y 950.000 euros al cambio, aproximadamente). Toda una ganga para coleccionistas pudientes que quieran convertir un auténtico objeto de museo en la envidia de cualquier convención de automovilismo.