Alan Jones ha confesado que fue sobornado por Bernie Ecclestone durante el Gran Premio de Sudáfrica de 1985 para que no compitiera en la carrera. Jones lo ha dejado por escrito en su autobiografía “AJ: How Alan Jones climbed to the top of Formula One”, realizada junto al escritor Andrew Clarke y publicada en agosto por la compañía Penguin Random House.
Esta carrera fue la última que se disputó en el antiguo circuito de Kyalami (antes de regresar en 1992 y 1993), teniendo una gran polémica por el asunto del apartheid en Sudáfrica, el sistema de segregación racial que favorecía a una minoría blanca (el 21% de la población del país) y dejaba en una situación de desigualdad social a los negros, mulatos e indios. En los años ochenta este sistema, en vigor desde 1948, se estaba resquebrajando desde dentro, llevando a casos de resistencia interna y episodios de violencia con un gran número de fallecidos.
En este marco político, Ligier y Renault se negaron en rotundo a aparecer mientras que otros pilotos como Alain Prost, Niki Lauda o Nigel Mansell estaban en contra de la carrera – ya que Brasil tenía sanciones contra Sudáfrica, incluso Ayrton Senna estuvo a punto de no competir. Beatrice Foods, antiguo gigante de la alimentación y patrocinador principal del equipo Haas Lola, tenía interés en que Jones no compitiera en la carrera, pese a que estaba allí y estuvo en clasificación, asegurando el decimoctavo puesto en la parrilla.
En el medio Carburando se recoge un extracto de la conversación entre Jones y Ecclestone después de la sesión de clasificación, en el cual el ex CEO de la categoría reina (antes de serlo, pues en 1985 aún estaba la FISA al frente con Jean-Marie Balestre como cabeza visible) le convence para no competir. Jones era el único piloto del equipo, siendo su tercera carrera del año ya que no se habían incorporado a la parrilla hasta el Gran Premio de Italia.
“No estaba seguro de lo que había hecho aquella vez. Me dirigí hacia arriba. Cuando entré por la puerta Bernie dijo: ‘¿Cómo te sientes? ¿Cuáles crees que son tus posibilidades de ganar la carrera?’. Bernie, creo que sabes la respuesta, si empiezo ahora, probablemente, bastante buenas", comentó en ese momento Jones. "Tengo una idea. Si te enfermas y no puedes correr de nuevo este fin de semana, te daremos el premio del ganador de la carrera. Vete a casa y visita Australia”, le propuso Ecclestone. "La cuestión era que el activista de los derechos civiles de los EEUU, Jesse Jackson, había dicho que si un coche Beatrice corría en Sudáfrica iba a hacer que todos los trabajadores negros de Beatrice que había en EEUU hicieran huelga”, recordó el campeón mundial de 1980.
Para el día siguiente Jones aseguró que tenía un virus y no tomó la salida, perdiéndose una carrera que ganaría Mansell por delante de Keke Rosberg y Prost. Los únicos que eran conocedores de la situación eran Carl Haas, jefe del equipo (que no tiene ninguna relación familiar con Gene Haas, dueño del actual Haas F1 Team) y el mánager Teddy Mayer.
El apartheid sería abolido en 1992, justo a tiempo para que la Fórmula 1 regresara al circuito de Kyalami – para entonces Haas Lola se había disuelto, Jones se había vuelto a retirar y los motores turbo estaban fuera de la normativa, dejando paso a los 3.5 atmosféricos. Mansell volvió a ser el ganador por delante de su compañero de equipo (en este caso Riccardo Patrese), comenzando su campaña triunfal a lomos de su Williams FW14B.