Tercera línea de parrilla para un Fernando Alonso que ha concluido la Q3 a 1.58 del mejor registro de Lewis Hamilton. Ferrari no se encuentra en condiciones de competir con Mercedes-AMG en estos momentos, pero sorprende que Red Bull -con un Ricciardo en estado de gracia y arropado por su afición- haya conseguido recuperar terreno y colarse en la lucha por la pole antes que los de Maranello.
“Creo que quintos es un buen resultado en tan complicada sesión clasificatoria, especialmente ya que es la primera vez que hemos rodado en mojado con el nuevo coche y debido a esta posición, mañana el podio es posible, lo que nos daría muchos puntos”, reflexiona un Fernando Alonso que se encuentra en la misma posición media del año pasado. “Tuvimos suerte en Q1, cuando la lluvia llegó justo después de que hiciera mi vuelta rápida y en Q2 también pudimos rodar en las mejores condiciones. Ahora que hemos visto en qué áreas necesitados mejorar, el objetivo es lograrlo en las próximas carreras.”
“No creo que el consumo de combustible vaya a cambiar las cosas demasiado, porque ahorrándolo, todos los coches pierden medio segundo”, declaraba el piloto español al ser preguntado por la posibilidad de rodar muy lento mañana en pos de ahorrar combustible en las últimas vueltas. “Por encima de eso, la climatología jugará un papel importante ya que no está clara la previsión. La prioridad es acabar la carrera y hacerlo mejor que los demás en los próximos meses. Estoy seguro de que estamos aprendiendo para simplificar los procesos.”
Pat Fry no ha querido engañar a nadie y ha dejado claro que los rivales de Ferrari -no todos, pero sí algunos de ellos- tienen mejor ritmo en carrera que ellos y que esperan que la fiabilidad y los problemas mecánicos jueguen a su favor en el día de mañana. Por su parte, Kimi Räikkönen volvía a terminar una sesión contra el muro, dejando entrever que la sensibilidad de los nuevos V6 Turbo parece estar complicándole la vida en estos primeros compases de la nueva era.
“El tráfico me dificultó mejorar mi resultado. Cuando estaba en una vuelta rápida, tenía un coche delante de mi en cada curva. Eso me impidió sacar una vuelta limpia y al final de la Q2, trompeé, dañando mi alerón delantero”, aseguraba el finlandés, que arrancará 11º, gracias a la sanción de Bottas. “No creo que hubiese mejorado, de todos modos, ya que ya había reducido mi velocidad en ese punto porque sabía que no estaría en Q3. La carrera de mañana será dura, las previsiones meteorológicas son inciertas y con la nueva normativa, es difícil predecir qué pasará. Pero es sólo la primera carrera del año.”