Christian Horner, director de equipo de Red Bull, admite que este 2017 ha sido el peor para la firma en términos de fiabilidad del propulsor desde 2006, hace más de una década.
"En términos de fiabilidad del motor, ha sido probablemente nuestro peor año desde 2006. Nuestro socio de motor está trabajando duro para solucionarlo durante el invierno, lo necesitan para su propio equipo también".
"Esperamos poder plantar cara a Mercedes y Ferrari que también habrán evolucionado de cara al año que viene. Nos acercamos el día de la carrera pero en calificación y con este uso del aceite hay todavía una cierta diferencia".
"El tiempo no miente, estamos camino al quinto año de motores híbridos y uno puede pensar que entrando en el quinto año se empiecen a arreglar los problemas encontrados".
"Ha sido una temporada de dos mitades. Al principio de la temporada, estábamos por dejado del objetivo. Algunos problemas durante el invierno se trasladaron a la pista y hasta que no rodamos no vimos lo que ocurría. Una vez lo entendimos, el camino a desarrollar se aclaró".
"Todo el equipo ha trabajado para mejorar el rendimiento. Para pasar de estar a un segundo a ganar carreras. En el último tercio de temporada teníamos el chasis más fuerte".