Ferrari descarrila en Singapur

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Lewis Hamilton ha salido triunfante de un Gran Premio de Singapur que puede ser decisivo para el resto de la temporada ya que Sebastian Vettel se ha quedado fuera de carrera en la primera vuelta. Daniel Ricciardo ha acabado en segunda posición, completando el podio Valtteri Bottas por delante de un gran Carlos Sainz, que ha sido cuarto con su Toro Rosso.

Los primeros 300 metros fueron determinantes, pues Kimi Räikkonen salió como una exhalación, pero unos metros después cerraba a Max Verstappen a la vez que lo hacía Vettel, provocando una reacción en cadena que les dejó a los tres fuera de carrera – Räikkonen y Verstappen se arrastraron hasta la primera curva, donde el holandés golpeó el lateral de un Fernando Alonso que había escalado hasta las posiciones de delante desde la octava posición en parrilla. Con tanto destrozo en la pista, tuvo que salir el Safety Car durante varias vueltas.

Cuando se reanudó la carrera, el spray de agua que soltaban los coches hacía que Hamilton fuera de lejos el más rápido ya que no tenía a nadie que le obstruyera la pista – Alonso no pudo aprovechar estas condiciones ya que los daños del golpe con Verstappen dañaron su McLaren, dejándole sin potencia y teniendo que abandonar una vez más.

En este momento se produjo una situación interesante ya que los líderes llevaban intermedios y otros, como Nico Hülkenberg, Jolyon Palmer, Esteban Ocon o Sergio Pérez, llevaban neumáticos de lluvia que eran más efectivos en esos momentos. La lucha estuvo servida con Sainz metido en cuarta posición (por detrás de Hamilton, Ricciardo y Bottas) cuando el Safety Car tuvo que salir a pista, puesto que Daniil Kvyat se estrelló contra las barreras al pasarse de frenada.

Con este nuevo parón todos cambiaron a intermedios (salvo Felipe Massa y Pascal Wehrlein, que lo pagaron cayendo puestos en picado ya que perdían entre tres y cinco segundos por vuelta). La carrera se estabilizó con Hamilton al frente a la vez que se secaba la pista, cambiando todos los pilotos de manera eventual a ultrablandos (superblandos en el caso de Sainz, quien fue adelantado por Hülkenberg).

La carrera continuó su cauce hasta que a veinte vueltas del final Marcus Ericsson trompeó y golpeó las barreras en la parte más estrecha del circuito, rompiendo la rueda trasera izquierda – esto provocó un Safety Car más ya que la grúa no podía pasar bien por esa zona. Hülkenberg se metió de repente en boxes en lo que parecía ser una estrategia arriesgada, pero era porque tenía un problema hidráulico. El alemán pudo regresar a pista en décima posición, pero abandonó unos minutos después.

A partir de ese momento, la cantidad de paradas hizo que la carrera dejase de ser a vueltas y fuera un sprint de 25 minutos hasta la línea de meta. Las posiciones eran estables debido a que en este circuito hace falta ser entre un segundo y medio y dos segundos más rápido por vuelta para poder adelantar, una tarea complicada con muchos coches igualados. A unos doce minutos del final Kevin Magnussen tuvo que abandonar su lucha por los puntos debido a un problema en el motor eléctrico, dejando solo doce coches en pista.

Los minutos finales apenas trajeron cambios, por lo que Hamilton controló la carrera para llevarse una victoria vital para el campeonato. Ricciardo acabó segundo y Bottas tercero, seguido de un Sainz que lograba su mejor resultado en Fórmula 1 hasta el momento días después de que se confirmase su fichaje por Renault para 2018. Pérez, Palmer, Stoffel Vandoorne, Lance Stroll, Romain Grosjean y Ocon completaron las posiciones de puntos.