Giovinazzi lideró la tabla de tiempos del martes en el test de Hungría, llegando a superar a pilotos como Kimi Raikkonen y Daniel Ricciardo. El miércoles se subió a un coche inferior, el del equipo Sauber, con el que finalizó en cuarta posición. Un resultado más que favorable para sus opciones de tener plaza en la F1 del año que viene. El otro piloto de Sauber que participó en los test, Marcus Ericcson, rodó seis décimas por debajo del tiempo del joven italiano.
Pese a los buenos tiempos marcados en el trazado húngaro, nadie puede asegurar que Antonio sea piloto titular de F1 el año que viene. "El martes fue un buen día con Ferrari, y el miércoles también con Sauber. Pero aunque hice un gran trabajo, no estoy seguro de tener un asiento para el próximo año". El italiano ya disputó las dos primeras carreras del campeonato de 2017, cuando tuvo que sustituir a un lesionado Wehrlein.
Él se muestra confiado y seguirá luchando por ese puesto. "Todavía tengo cuatro sesiones de libres con Sauber. A final de año espero poder tener el asiento que quiero en F1".