La jornada de clasificación del Gran Premio de Australia ha ratificado la superioridad que, hasta el momento, tiene Mercedes sobre sus rivales. La supremacía de los de Brackley parece ser que se extenderá una temporada más, a pesar del afán que están poniendo en Maranello para dar caza a las balas plateadas. Tal es la ventaja que separa al W07 de sus homólogos, que Hamilton se permite alardear de coche sin reparos. "Es un placer pilotar este coche, me produce una satisfacción enorme conducirlo. Creo que no se puede pedir más como piloto. Estoy muy feliz con el trabajo del equipo", ha ratificado el piloto británico tras finalizar la sesión clasificatoria.
Asimismo, el tricampeón del mundo de Fórmula 1 ha confesado que ésta "será una noche larga, porque queda mucho trabajo por hacer". "Las modificaciones en las comunicaciones por radio supone un trabajo extra para nosotros, ya que tenemos que recordar la secuencia y más cosas de las que no nos podrán informar si la estrategia cambia durante la carrera", explicó Hamilton.
El piloto de Mercedes también se ha pronunciado sobre el tema del día: el nuevo sistema de clasificación, y ha intentado escurrir el bulto. "No conocemos cómo habrá sido para los demás, pero desde el principio dijimos que no era el camino correcto. No obstante, no podíamos descartarlo antes de probarlo. Para mí no cambió nada al final porque hice lo que debía de hacer", señaló el británico.