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Problemas en casa de Maranello. Kimi Räikkönen espetaba a su ingeniero por la radio en la última vuelta de carrera “¿Quién ha decidido esa estrategia?” El ingeniero, Spagnolo, no contestaba pero las caras largas se extendían tras bajarse de un pobre F14-T y el finlandés se reunía ayer, domingo, con su equipo en el Circuito de Barcelona-Cataluña.
Fernando Alonso paraba por tercera vez en la vuelta 53 del GP de España para montar los medios de Pirelli -la elección más ‘blanda’ de este fin de semana. Kimi veía venir al asturiano como una bala tras su alerón trasero y a falta de cuatro vueltas para la bandera a cuadros, el finlandés perdía -inevitablemente- la posición.
\"No (me considero segundo piloto), pero obviamente quiero aclarar algunas cosas, y eso es todo. Evidentemente, no había mucho que hacer; me quedé sin neumáticos en esa vuelta. Aún así, terminamos de nuevo demasiado lejos del resto, por lo que tampoco marcó la diferencia el haber hecho dos o tres paradas”, aseguraba Räikkönen, con cara de circunstancias en la rueda de prensa después de la carrera. \"Es decepcionante para Ferrari, pero hubo buenos puntos en el fin de semana en comparación a las últimas semanas. No estamos contentos por donde estamos y sabemos que tenemos mucho trabajo que hacer para recuperarnos. En el futuro sabemos en qué áreas nos hace falta trabajar, pero no es fácil recuperarse en la Fórmula 1. Otros equipos están trabajando también y no hay mucha gente estúpida en este deporte, así que se trata de mejorar las pequeñas cosas y las grandes y estar ahí”.
Malos momentos para los italianos y mucho de qué hablar antes de poner rumbo a Montecarlo. Kim no está a gusto con el monoplaza y parece que las decisiones del equipo tampoco le convencen.