La carrera menos prometida

Twitter (@TheDDuran)

Pese a que los resultados no lo reflejen a simple vista, el Gran Premio de Gran Bretaña demostró ser una de esas carreras que mantuvieron en vilo a los telespectadores – algo bastante bienvenido después de varios soporíferos grandes premios, sin que el de Mónaco fuera una excepción. Como el medio satírico Sniff Petrol comenta en tono jocoso, los fans británicos “salieron decepcionados de la carrera por no tener nada de lo que quejarse.”


 

En Williams hay una cosa que debe quedar clara: o mejoran su estrategia o no van a ganar ninguna carrera, tengan o no motor Mercedes, tengan o no un piloto con ritmo como Valtteri Bottas (pues, en efecto, tenía más ritmo que Felipe Massa) o incluso si consiguen tener un chasis que desafíe a los Mercedes de manera constante. Los errores vistos en su prueba de casa le apartaron de una victoria que era posible, antes de que la lluvia rematara su actuación y perdiesen incluso las posiciones de podio – y pocas curvas le faltaron a Daniil Kvyat para pasar a Bottas al final. Si no revisan este apartado, la era de éxito de los ochenta y noventa no va a volver a Grove jamás.
 

Suerte que no cayeron en el cebo de Mercedes en el primer stint – los mecánicos salieron a la calle de box, simulando una parada de Lewis Hamilton o Nico Rosberg para provocar a uno de los Williams y quitarles el liderato que tenían. Como nota anecdótica, Susie Wolff envió un mensaje a su marido Toto que decía: “¿Pensabais que podíais engañarnos? Ja ja ja.”
 

Otro lance de carrera interesante fue el toque en la salida entre los Lotus y los McLaren. Lotus increpó a Daniel Ricciardo como responsable, entrando muy tarde y provocando la colisión entre Pastor Maldonado y Romain Grosjean – y entre Fernando Alonso y Jenson Button como resultado. El vídeo es el siguiente:

Ricciardo entra pasado, Grosjean se aparta en el último momento, pierde la zaga y, al girar de manera abrupta hacia la izquierda, noquea a Maldonado. Alonso, evitándolo, también pierde el control y golpea a Button de manera que se apaga el motor Honda del británico. De un plumazo caen tres coches, el morro del asturiano y un Safety Car que, por exceso de agresividad de Hamilton, le daría la segunda posición a Bottas en el relanzamiento.
 

Si bien está claro que la pérdida de control del francés fue buena parte del desencadenante, esto se debe a cómo se comporta un Fórmula Uno actual: el propio Button, en una entrevista a ESPN.F1, revelaba que los coches a baja velocidad son impredecibles – mientras que a altas tienen un movimiento muy torpe. De ello se saca el que sean entre ocho y diez segundos por vuelta más lento, como indican figuras como Alonso o Robert Kubica.
 

Aunque no hubiera llovido, la batalla entre Mercedes y Williams dio lugar a la que ha sido hasta el momento la mejor carrera de la temporada – y, si la competencia no se esfuerza en el parón veraniego, así se va a quedar. La lluvia dio a Hamilton el acierto a la hora de parar en boxes que le faltó en Montecarlo, entrando en el momento perfecto y asegurando la victoria – así como a Vettel, que de una carrera dura sacó un podio imprevisto a merced de los Williams. La lluvia también mostró las manos de Roberto Merhi, quien superó sin problemas a Will Stevens y se quedó a dos posiciones de colocar el Manor en los puntos – las dos que si consiguió Alonso por fin. Faltó Carlos Sainz, cuyo Toro Rosso desfalleció justo antes de que llegase la lluvia cuando prometía un ritmo similar o superior al de Kvyat.
 
 

Pese a que la carrera del domingo consiguió llegar a los estándares de un emplazamiento tan mítico como es Silverstone, lo cierto es que la Fórmula Uno necesita trabajar en su normativa para cambiar. A nivel personal, cito que no soy capaz de explicar a amigos míos cómo funciona la máxima categoría. Con suerte, 2017 no será demasiado tarde para este cambio en la normativa. Por ahora toca centrarse en el Gran Premio de Hungría, que tendrá lugar en el circuito de Hungaroring entre los días veinticuatro y veintiséis de julio.