Los deseos de muchos para que lloviera y se celebrase una carrera con incertidumbre y loca como la de Singapur no ha sido posible, ya que en todo momento hoy se ha visto una pista seca en Sepang. Así pues, Vettel tuvo que remontar con una pista rápida a sabiendas que salvo que pasase algo Lewis Hamilton iba a ganarla, ya que a él le sería muy complicado llegar hasta arriba.
A todo ello habría que sumarle problemas para Ferrari. Antes de dar inicio a la salida del GP de Malasia, los problemas de turbo iban a manifestarse esta vez en el coche de Kimi Räikkönen y, de hecho, tendría que acabar retirándose a pesar de que los mecánicos lo llevaron al box y ver si podría tomar, dicha salida, aunque fuese desde la calle de boxes. Una vez más, no fue posible y el finlandés tuvo que ver la carrera desde su box.
Una vez dada la salida, y sin la presencia de Räikkönen, fue Lewis Hamilton quien lo hizo mejor para liderar la prueba y así iba a ser hasta que se permitiese el uso del DRS que, con el Red Bull de Verstappen enganchado, vería como perdería dicho liderato el cual usaría el holandés para dominar el resto de la carrera y hacerse su propio regalo de cumpleaños. De esta forma, Red Bull ganaba su segunda carrera este año, la primera para Verstappen.
Por detrás, Vettel estaba en plena operación remontada y no le costaría demasiado llegar hasta la undécima posición, pero allí iba a encontrarse con un Fernando Alonso que le tomó varias vueltas poder superar. Bastante más iba a costarle dar cuenta de Valtteri Bottas que hizo un excelente trabajo para Lewis Hamilton. El británico no podía hacer su parada en boxes porque de hacerlo saldría por detrás del alemán.
Finalmente, Vettel superaría a Bottas tras las paradas en boxes, suficiente tiempo para que Hamilton abriese la brecha y tuviera el tiempo suficiente para parar en boxes y salir por delante del de Ferrari. Pero la victoria ya se antojaba muy complicada ya que Verstappen estaba haciendo gala de un ritmo realmente bueno y no iban a bajarle de la primera posición que consiguió en la tercera vuelta.
Los lios llegaron en la zona media de la parrilla siendo Magnussen el principal protagonista, primero con una defensa excesivamente férrea con Alonso y luego con Jolyon Palmer. Carlos Sainz, además, tuvo que abandonar antes de lo deseado por problemas en su unidad de potencia. Tras la bandera a cuadros, Vettel fue cuarto mientras que Hamlton fue segundo, dejando una diferencia de 34 puntos entre ambos en el Campeonato. La gran sorpresa llegaría entonces cuando Stroll golpeo por detrás a Sebastian Vettel dejando el Ferrari del alemán destrozado en la vuelta de regreso a boxes.