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La FIA ha decretado el número de tokens de los que dispondrá cada fabricante de unidades de potencia para realizar mejoras durante la temporada 2015 de la Fórmula 1. Cada propulsor tiene un número determinado en función de los cambios que hayan realizado con respecto al año pasado.
Este sistema de tokens controla el porcentaje de los componentes que se pueden modificar de la unidad de potencia a lo largo de una temporada. A cada fabricante se le han otorgado 32 tokens, lo que equivale a casi el 50% de los componentes del propulsor (el 100% equivaldría a 66 tokens). Según la influencia que tenga cada componente en el rendimiento, se le atribuye un número mayor o menor.
El fabricante que menos tokens, y por tanto, modificaciones disponibles tiene es Mercedes, con siete. Esto se debe a que, de las 32 de las que disponía para evolucionar el motor, ha utilizado veinticinco durante el periodo invernal. Tras las dos sesiones de entrenamientos libres del Gran Premio de Australia, parece que los alemanes son de nuevo el objetivo a batir. Ya el pasado mes de febrero aseguraron que seguirían esta táctica, pues si debían utilizar varias unidades de potencia a lo largo de la temporada se beneficiarían de las mejoras desde antes.
Ferrari y Renault tienen disponibles diez y doce tokens cada uno, dejando más margen para desarrollar sus propulsores y, por tanto, de dar caza a Mercedes. El año pasado la diferencia entre Mercedes y el resto era destacada, debido tanto a una potencia mayor como a unas dimensiones reducidas al separar el turbo en dos partes, lo cual permitía una carrocería mucho más prieta en torno a la zona del propulsor. Ferrari también afirmó hace varias semanas que se guardaría algunas tokens para más adelante, según ESPNF1.
Esto significa que, en total, quedan veintinueve tokens libres, una media aproximada de nueve por cada uno de los fabricantes del año pasado. Esto es importante para Honda, pues, como se puede leer en Car & Driver, debido a este apartado de la normativa le corresponde ese mismo número de tokens para desarrollar la unidad de potencia que impulsará al McLaren-Honda MP4/30 de Jenson Button, Fernando Alonso y, al menos en Australia, Kevin Magnussen a lo largo de esta temporada de regreso para el fabricante japonés.
Se inicia de este modo una carrera tecnológica con el objetivo de sacar a cada token el mayor partido posible. Si bien Honda va a necesitar ajustar su nuevo propulsor para igualar su competitividad a la del resto, ninguno de los otros tres va a quedarse atrás, ahora que en cierto modo se permite el avance tecnológico – si bien este sistema regula que esta carrera no se desnivele en exceso.