La FIA ha oficializado una serie de cambios de la normativa de la Fórmula 1, siendo el más importante el de un nuevo paquete aerodinámico que entrará en vigor para la temporada 2019. Este paquete afecta sobre todo al alerón delantero y al alerón trasero, así como a los sistemas de frenos de los monoplazas de la máxima categoría en un intento por incrementar el número de adelantamientos.
Cuando se creó el nuevo conjunto aerodinámico para 2017 – coches más anchos y largos con un mayor agarre mecánico que los anteriores – de inmediato se notó que el número de adelantamientos había ido a menos, debido en parte al propio efecto de la aerodinámica. Esto ha hecho que el espectáculo en pista se haya visto mermado (o más
bien que no haya aumentado), una nota negativa unida al problema de la falta de sonido de los motores V6 híbridos, sin el empuje que tenían los V8 o V10 de décadas pasadas.
Por un lado, los monoplazas actuales no están diseñados para ir detrás de otro coche, puesto que las turbulencias que generan los coches hacen que el rendimiento aerodinámico de los alerones delanteros se vea reducido, perdiendo agarre – es lo que llevó al accidente entre los Red Bull de Max Verstappen y Daniel Ricciardo en el Gran Premio de Azerbaiyán. Por otro lado, desde hace algunos años los alerones traseros están diseñados para crear esas turbulencias de manera que sea más difícil adelantarles en pista.
Otro cambio de importancia que se ha anunciado en la normativa es el de la posibilidad de incluir a pilotos de Fórmula 2 en test de Fórmula 1 con maquinaria actual, lo que puede facilitar el salto de la segunda división a la categoría reina. También se ha anunciado un cambio de protocolo que estará ya en vigor para el Gran Premio de Canadá: los pilotos estarán 10 minutos más en parrilla de salida para facilitar el acceso a ellos por parte de los diferentes medios de comunicación.