La última gran carrera de Olivier Panis

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Pasadas las primeras carreras de 1997, muchos ojos estaban puestos en Olivier Panis, piloto de Prost Grand Prix en aquellos días. El francés había logrado resultados bastante convincentes con un equipo que comenzaba sus andanzas ese mismo año y que llevaba neumáticos Bridgestone, los cuales también se estaban estrenando en su primera temporada en la Fórmula 1 frente a los entonces todopoderosos neumáticos Goodyear.
 

Su ascenso vino, como otros pilotos franceses, de haber triunfado en karts, la Fórmula 3 y después la Fórmula 3000, ganando el campeonato en 1993 antes de desembarcar en Ligier para la temporada 1994 junto a Éric Bernard. En su temporada de debut fue capaz de acabar cada carrera salvo su gran premio de casa (y Portugal, donde fue descalificado por tener demasiado desgastado el fondo plano), logrando un sorprendente segundo puesto en Alemania por delante de Bernard.
 

En 1995 mantuvo su constancia con varios cuartos puestos y un segundo en Adelaida, pero su carrera se recuerda sobre todo por el Gran Premio de Mónaco de 1996: en un diluvio en el que varios pilotos, incluidos Michael Schumacher y Jacques Villeneuve, se quedaron fuera de carrera por accidentes. Panis fue capaz de gestionar sus neumáticos a la perfección, rodando tercero hasta que Jean Alesi y Damon Hill abandonaron, dejando a Panis su primera victoria y la primera en muchos años para Ligier. Con el tiempo, resultó ser la última para ambos.
 
 

En 1997, Ligier fue comprado por el tetracampeón mundial Alain Prost, cambiando de nombre y de pilotos ya que Pedro Diniz se marchó a Arrows para dejar paso al japonés Shinji Nakano. El comienzo fue bastante prometedor: Panis fue quinto en Australia y logró subir al podio en Brasil, logrando después un cuarto puesto en otro diluvio en Monte-Carlo (de hecho, la carrera no se llegó a completar).
 

Para el domingo en Montmeló, la cosa no pintaba tan bien para Panis ya que salía duodécimo en un evento donde no solían abundar los adelantamientos. Su salida no fue tampoco fulgurante al contrario que la de Schumacher, quien pasó de la séptima a la segunda posición en una sola vuelta.
 

No obstante, Schumacher, en el Ferrari F310B reserva, no era capaz de seguir el ritmo habitual y comenzó a ralentizar a todos los que venían detrás a la vez que los Goodyear se desgastaban con el calor. Mientras que los primeros pilotos hacían sus primeras paradas y casi agotaban su segundo stint, Panis pudo hacer su carrera y escalar hasta la cuarta posición. Más tarde adelantó a David Coulthard y a Alesi para comenzar a rodar hasta dos segundos más rápido por vuelta que Villeneuve, que lideraba desde el comienzo.
 

Panis estaba ya a pocos segundos cuando se encontró con Ralf Schumacher y Eddie Irvine, quienes a pesar de ir con vuelta perdida no se quitaron ya que no veían las banderas azules de los comisarios. Para cuando Panis se los quitó de en medio, ya no pudo alcanzar a Villeneuve, pero aún así logró una meritoria segunda posición con el Prost JS45.
 
 

La carrera de Panis y Prost era prometedora, pero el destino golpearía fuerte unas semanas después: el francés se rompió las piernas en un accidente durante el Gran Premio de Canadá. Se perdió el resto de la temporada y, cuando volvió en 1998, ni Panis ni Prost llegaron a saborear el éxito de la misma manera. El equipo desapareció antes de que empezase el año 2002 mientras que Panis pasó por BAR y Toyota antes de retirarse a finales de 2004, sin siquiera volver al podio. Tras la Fórmula 1 participó en varias carreras de resistencia, estando hoy día retirado mientras que su hijo Aurélien compite en el Mundial de Turismos.