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Las 10 mejores 'finales' de campeonato, parte 1: Fórmula 1

Repasamos las mejores y más emocionantes carreras que despidieron un Mundial de Fórmula 1 coronando al campeón

07/01/2017 | Adrián Fernández | Fotos: Press | Leído: 4128

Para un aficionado al automovilismo, existen pocas cosas más placenteras y emocionantes que una carrera. Incluso aunque la carrera sea aburrida, ver a los coches competir a grandes velocidades entretiene de por sí, aunque sólo sea un rato. Si hay algo que añade un picante especial y una emoción sin parentesco, tanto para aficionados como para pilotos, es una pelea por el título. Más aún si esa pelea se decide en la última carrera del campeonato.

Llegados a este punto, se pueden producir cuatro tipo de escenarios diferentes, en orden de menor a mayor emoción: el líder cuenta con una enorme ventaja y la defiende sin problemas; el perseguidor tiene algún problema y permite que el líder sea campeón antes de acabar; el perseguidor logra reducir el déficit, presionando al líder hasta quedarse muy cerca o incluso ganar el título; o los aspirantes están separados por pocos puntos y se mantienen igualados hasta las vueltas finales. Estos dos últimos son los que han proporcionado auténticos momentos de clímax que forman parte de la historia del automovilismo.

Bienvenidos a "Las 10 mejores 'finales' de campeonato", una serie de artículos que repasará las mejores carreras que clausuraron un campeonato automovilísitico decidiendo al ganador del título. En años recientes, la última carrera de la temporada en una categoría se ha denominado en países anglosajones como 'finales', término popularizado por aquellas en las que el título estaba en juego. En esta serie, empezaremos repasando los mejores momentos cumbres de campeonato de la categoría reina del automovilismo, la Fórmula 1.

Desde la creación del campeonato en 1950, se han disputado 67 Mundiales de Fórmula 1, de los cuales 29 (cerca del 45%) han sido resueltos en la última carrera. De los 33 campeones del mundo, sólo seis no han estado envueltos directamente en ninguna de ellas: Phil Hill, Jochen Rindt, Mario Andretti, Alan Jones, Ayrton Senna (el único multicampeón de la lista) y Jenson Button. Por el contrario, Michael Schumacher y Lewis Hamilton han sido aspirantes hasta en cinco 'finales', con el mismo bagaje: dos éxitos y tres derrotas. He aquí un ranking, basado en mi opinión personal, de las 10 mejores de la historia.

10 - CAESARS PALACE 1981 (Las Vegas, Estados Unidos)





De infausto recuerdo para los aficionados argentinos a las carreras, la temporada 1981 echó el cierre en un escenario muy poco convencional: un circuito diseñado en el parking de uno de los casinos más famosos de Las Vegas, que duraría dos años en el calendario. El argentino Carlos Reutemann (Williams), que había sido tercero del Mundial en tres ocasiones, lideraba la general con 49 puntos, habiendo ganado dos carreras. A un punto se situaba la sensación brasileña Nelson Piquet (Brabham), subcampeón el año anterior, y que acumulaba tres victorias, y el francés Jacques Laffite (Ligier) aún conservaba opciones a seis puntos tras lograr su segunda victoria del año en Canadá.

Reutemann se hizo con la pole batiendo por una décima a su compañero, el vigente campeón Alan Jones, pero firmó una salida horrible y acabó quinto la primera vuelta. El australiano, que había anunciado su retirada, dejó bastante claro que no ayudaría a Reutemann, después de que éste desobedeciese órdenes de equipo para darle la victoria a principios de año en Brasil, y así obró, ganando la carrera con solvencia. Habiendo perdido la cuarta marcha desde el principio, Reutemann ya era séptimo en la vuelta 3, tras ser adelantado por un Laffite que salió 12º por problemas en clasificación. Detrás, llegaba Piquet, quien también salió mal desde el cuarto lugar.

Tras varias vueltas, Piquet rebasó al argentino en el giro 18 y poco después pasó a John Watson, obteniendo el punto que necesitaba. Por delante, Laffite se situó tercero y llegó a ser segundo durante las paradas, pero retrasó la suya en demasía intentando agotar sus opciones, y cedió más puestos. Entre abandonos y salidas de pista, Piquet se encontró tercero y con la situación controlada, pero las cosas se torcieron en el último cuarto de carrera para el brasileño, que sufría de fuertes dolores en la espalda. El calor sofocante de Las Vegas y el sentido antihorario del circuito se volvieron en su contra.

Vomitó dentro del casco, redujo considerablemente su ritmo y perdió dos posiciones. No puntuar habría dado el título a Reutemann, que aguantaba en octavo lugar a la espera de un milagro. Con las pocas fuerzas que le quedaban, y con Laffite y Watson a apenas dos segundos, Piquet logró acabar quinto y sumar los dos puntos necesarios para lograr el primero de sus tres títulos. Laffite nunca volvió a aspirar a un título pese a fichar por Williams en 1983, y Reutemann, hastiado con el politiqueo en el equipo de Sir Frank, se retiró tras la segunda carrera de 1982.


9 - ITALIA 1956 (Monza)



La 'finale' más emblemática de los años 50 tuvo lugar en Monza en 1956, en su temible versión de 10 kilómetros que incluía el óvalo peraltado. Por primera y única vez en la historia, dos pilotos de Ferrari se jugaron el título entre ellos; el tricampeón de 45 años Juan Manuel Fangio, ganador de tres carreras, y su compañero de 24 años Peter Collins, con dos victorias en su haber. El argentino había acumulado 30 puntos, ocho más que Collins, y al británico sólo le valía ganar (ocho puntos) y hacer la vuelta rápida (un punto extra hasta 1959).

La situación parecía vista para sentencia tras la clasificación, en la que Fangio se hizo con la pole y Collins sólo pudo ser séptimo, aunque el gran ritmo de su Ferrari le permitió unirse en carrera al nutrido grupo de cabeza, en la clásica batalla de rebufos del antiguo Monza. En tercer lugar, Fangio tenía la situación bajo control, pero en la vuelta 18, la columna de dirección de su D50 empezó a fallar. 15 minutos de reparaciones en boxes no sirvieron de nada.

Fangio estaba dispuesto a defender su corona en la pista, y Ferrari pidió a Luigi Musso, segundo en pista y que ya había compartido coche con Fangio en su victoria en Argentina, que cediese su coche en su parada. Sorprendentemente, el italiano se negó a ello. Tras un par de abandonos, y quedando cerca de 20 vueltas, Collins era tercero detrás de Stirling Moss y de Musso, ambos atrapables. El título estaba a su alcance, pero cambió de planes. Durante su parada en la vuelta 36, se bajó del coche y se lo cedió al Maestro. Ambos compartirían los puntos, lo que daba el cuarto Mundial al argentino.

Irónicamente, Moss llegó a boxes empujado por otro coche tras quedarse sin gasolina a cinco vueltas del final, y Musso se estrelló en el peralte a falta de tres. De haber seguido, Collins habría sido campeón, pero el británico no quiso convertirse en una celebridad tan pronto, y confiaba en que tenía tiempo para conseguir un título. Fangio cruzó la meta segundo tras Moss, y ganaría su quinto entorchado un año más tarde con Maserati, tras dejar Ferrari por desavenencias con sus ingenieros. Por desgracia, Collins no tendría otra oportunidad, al perder la vida dos años después peleando por la victoria en el Nürburgring Nördschleife.


8 - AUSTRALIA 1994 (Adelaida)



Aunque Australia 1994 es la carrera con menos 'clímax final' de esta lista, lo ocurrido bien merece su inclusión. Al término de una temporada trágica, marcada por las muertes del mítico tricampeón Ayrton Senna y de Roland Ratzenberger, el alemán Michael Schumacher (Benetton) encaraba la última ronda con un punto de ventaja (92-91). Había ganado ocho Grandes Premios, pero dos descalificaciones y una exclusión de dos carreras por no cumplir una bandera negra permitieron que Damon Hill (Williams) llegase con opciones a Australia tras conseguir su sexto triunfo del año sobre Schumacher en la lluvia de Suzuka.

Schumacher batió a Hill por siete décimas en clasificación, pero el retornado Nigel Mansell le arrebató la pole por 18 milésimas. Aún así, el veterano campeón no pudo echar una mano a su compañero y compatriota al tener una mala salida, y el duelo entre los dos candidatos al título quedó servido. Ambos rodaron muy cerca el uno del otro, sin separarse, durante más de 30 vueltas en las sinuosas calles australianas. Tras su primera parada, Hill parecía tener más ritmo y se lanzó a por el Benetton.

En la vuelta 35, Schumacher golpeó con cierta fuerza el muro al perder el control en una curva a izquierdas. Hill se echó encima y se lanzó al interior en el siguiente giro de derechas, y el alemán respondió cerrándole la trayectoria. Ambos colisionaron rueda con rueda: el coche de Schumacher llegó a volar varios metros en el aire y acabó contra un muro de neumáticos, pero el británico tampoco pudo continuar, retirándose en boxes con la suspensión dañada. Ante la indiferencia de la mayoría, Nigel Mansell terminó haciéndose con la que sería la última victoria de su carrera.

Pese a la enorme controversia que desató el accidente, se consideró incidente de carrera. Ni Williams, aún tratando de superar la pérdida de Senna, ni un diplomático Hill solicitaron revisarlo. El hijo de Sir Graham terminaría por ganar el Mundial dos años después batiendo a Jacques Villeneuve en la carrera final de Suzuka con contundencia. Michael Schumacher se había proclamado campeón con apenas 25 años, conseguiendo el primero de sus dos títulos con Benetton e iniciando su leyenda.


7 - ABU DHABI 2016 (Yas Marina)



Puede que sea muy reciente para valorarla en un contexto histórico, que la ventaja de Nico Rosberg no fuese especialmente pequeña y que su título sólo estuviese en riesgo lo justo, pero todas las circunstancias que rodearon a la carrera, y su desarrollo, en el que no hubo un campeón definido hasta la última vuelta, hacen que Abu Dhabi 2016 entre con honores en el registro de mejores 'finales' de la historia. Al contrario que la 'finale' de 2014, en la que Lewis Hamilton se proclamó campeón sin apenas drama, el piloto de Mercedes era en esta ocasión el perseguidor.

Todo ello tras una temporada absolutamente incontestable del W07 Hybrid, que había ganado 18 de las 20 carreras disputadas (nueve para cada piloto), pero también muy polémica, con las colisiones en España y Austria como momentos más tensos. Lastrado por un par de inoportunas roturas, Hamilton estaba a 12 puntos (367-355) de un Rosberg que llevaba tres carreras en modo calculadora. El británico obtuvo la pole, con Rosberg, como cabía esperar, justo detrás, pero tenía un plan bajo la manga para intentar que el alemán acabase fuera del podio.

Tras conservar ambos sus posiciones en la salida, Rosberg se encontró delante tras su primera parada a Max Verstappen, que había tenido un incidente al principio e iba a otra estrategia. Quedarse detrás habría expuesto su posición en carrera a los ataques de Daniel Ricciardo y los dos Ferrari, y el alemán tuvo que arriesgar para adelantar al joven holandés en la vuelta 20. Hamilton, mientras, no buscó crear una gran ventaja. Su baza era clara: aguantar detrás a Rosberg el máximo posible para intentar que los pilotos que llegasen por detrás le adelantasen.

En las últimas vueltas, un Sebastian Vettel desatado y Verstappen se situaron tras Rosberg, al que presionaron duramente, pero el piloto alemán mantuvo la compostura y consiguió el podio que le coronaba al fin con el título tras dos años de subcampeonatos, emulando así a su padre Keke. Apenas cinco días después, para sorpresa de todos, comunicó que se retiraría y que no defendería su título en 2017, eligiendo irse por todo lo alto.


6 - SUDÁFRICA 1962 (East London)



La temporada 1962 supuso un cambio de paradigma en la Fórmula 1 de la época. Con Ferrari atravesando un bache, una Cooper algo menos brillante y Jack Brabham enfrascado en sacar adelante su equipo, la eterna aspirante BRM emergió junto a su piloto estrella, Graham Hill, que logró por fin un coche competitivo y obtuvo tres victorias. Su primera oportunidad de ser campeón en Watkins Glen, no obstante, se fue al traste por culpa de Lotus y de la gran sensación, el escocés de 26 años Jim Clark, que le batió en pista para igualarle en número de victorias.

Hill llegaba al primer Gran Premio de Sudáfrica con nueve puntos de ventaja sobre Clark y dependía de sí mismo, pero el sistema de la época, que sólo tenía en cuenta los cinco mejores resultados, sólo le permitiría sumar puntos, tres más, si ganaba: con un segundo puesto, mantendría los 39. Clark, en cambio, sólo había acabado cuatro carreras en los puntos, y una victoria (nueve puntos entre 1961 y 1990) le daría el título en el desempate sin importar lo que hiciese su rival. En esta situación se disputó la prueba final el 29 de diciembre (este Gran Premio se celebró en fechas navideñas hasta 1968).

Sabedores de la importancia de la ocasión, ambos pilotos salieron a por todas ofreciendo el mejor pilotaje de su carrera. Mientras que sus compañeros y rivales fueron incapaces de bajar de 1:31 en clasificación, Clark obtuvo la pole con un descomunal 1:29.3, y Graham Hill se quedó a sólo tres décimas. En carrera, los dos tiraron al máximo, sacando un mundo al resto de competidores, pero Clark estaba en su propia liga y sacaba medio segundo por vuelta a Hill, que lo intentaba con todas sus fuerzas, pero sin éxito.

Por desgracia para Clark, la providencia le jugó una mala pasada. Contando con medio minuto de ventaja, su Lotus 25 empezó a echar humo a 23 vueltas del final, y tuvo que tirar la toalla tres giros después. Un pequeño tornillo desajustado causó una fuga de aceite fatal para su motor, y brindó automáticamente el título a Hill, que ganaría la prueba con 50 segundos de ventaja sobre el resto. Fue el primero de sus dos títulos, conquistados ambos en la última carrera. Para Clark, fue la primera gran decepción de su carrera, pero no la última.


5 - EUROPA 1997 (Jerez, España)



Tres años después del controvertido final en Adelaida, Michael Schumacher, en su segundo año en Ferrari, llegaba de nuevo a la última carrera de la temporada disputándose el título con un piloto de Williams. En esta ocasión no sería Damon Hill, que languidecía en Arrows, si no Jacques Villeneuve, quien en su segundo año había obtenido siete triunfos y confirmado las expectativas de su año de debut. Su Williams no era tan superior como en años pasados, y las cinco victorias de Schumacher, más una polémica descalificación en Suzuka, le hicieron llegar a un punto (78-77) del alemán. El mismo escenario de 1994.

Ya sin Adelaida, y tras la cancelación del Gran Premio de Portugal, el Circuito de Jerez acogió la prueba final. En una clasificación muy disputada, Villeneuve marcó un tiempo de 1:21.072. Increíblemente, Schumacher y Heinz-Harald Frentzen, en el segundo Williams, terminaron registrando un crono idéntico, aunque la pole fue para el canadiense por haberlo hecho primero. En la salida, no obstante, le sirvió de poco, ya que Schumacher y Frentzen le pasaron.

Una vez Frentzen se apartó a los pocos giros, Villeneuve se fue a por Schumacher. Su persecución se prolongó durante 40 giros hasta darle caza en la vuelta 48, a 20 del final, e intentó pasarle apurando la frenada en la horquilla Dry Sack. Viendo la maniobra, Schumacher se tiró deliberadamente al interior para colisionar con el canadiense, pero falló de forma estrepitosa al romper su propia suspensión y abandonar. Su rival pudo continuar, con daños.

Sin poder tirar a fondo, y sabiendo que le bastaba con puntuar, Villeneuve fue con calma en los giros restantes. En la última vuelta, dejó pasar a los McLaren de Mika Häkkinen, que logró su primer triunfo, y David Coulthard, subiendo al podio como campeón y vengando la injusticia histórica con su padre Gilles. Irónicamente, Villeneuve nunca volvió a ganar un Gran Premio, ni a optar al título tras esta temporada. Por su parte, Schumacher fue descalificado del campeonato por la FIA como castigo por su maniobra. Su primer título con Ferrari, y la redención de su imagen pública, tendrían que esperar tres años más.


4 - AUSTRALIA 1986 (Adelaida)



Los años 80 fueron testigos de grandes batallas hasta la línea de meta por el título. La última de aquella década (y última hasta 1994) ocurrió en la segunda carrera de Fórmula 1 que acogió el carismático circuito urbano de Adelaida. En ella, se produjo una pelea a tres por el título entre Nigel Mansell (Williams, 70 puntos), el vigente campeón Alain Prost (McLaren, 64) y Nelson Piquet (Williams, 63). Tras una gran temporada, Mansell, que tenía cinco victorias en su haber, aun podía sumar siete puntos más dentro de sus 11 mejores resultados, y le bastaba con acabar cuarto.

Sus rivales (Prost sólo podía sumar ocho puntos por el mismo motivo) debían ganar y esperar. 'Our Nige' batió a Piquet en la qualy, pero salió mal y era cuarto tras la primera vuelta. Pasados siete giros, los tres rodaban juntos, con Piquet segundo sobre Mansell y Prost. El francés pasó al británico en la vuelta 11, pero este no tenía de qué preocuparse, menos aún mientras liderase el McLaren de Keke Rosberg: nadie más venía por detrás, siendo Ayrton Senna el único que aguantó en la vuelta del líder a medio minuto del trío hasta su abandono.

Piquet, con un trompo en la vuelta 23, y Prost, que sufrió un pinchazo en la 32 intentando doblar al Benetton de Gerhard Berger, facilitaron las cosas a Mansell, que no varió su lento ritmo y permitió que el brasileño (vuelta 45) y el francés (63) le pasaran de nuevo. En esa misma vuelta, Rosberg sufrió un reventón. El finlandés, como muchos otros, puso las gomas más blandas e intentó llegar hasta el final sin cambiarlas, pero las frías temperaturas lo impedían. Williams instó a Mansell a parar en la siguiente vuelta por precaución, pero no tuvo la oportunidad. En la vuelta 64, a 18 del final, su neumático trasero derecho reventó sin previo aviso, y el título que tenía ganado se evaporó.

Dada la situación, Williams no tuvo más remedio que ordenar a Piquet que parase a cambiar sus ruedas, y cedió el liderato a Prost, que las había cambiado tras su pinchazo. Sin nadie más en la vuelta del líder, era cosa de ellos dos. El francés, no obstante, tenía otra preocupación: su centralita le indicaba que iba cinco vueltas corto de gasolina. Administró sus 20 segundos de ventaja como pudo, llegando a perder cinco segundos por vuelta, y acabó ganando la carrera y su segundo título consecutivo (primer piloto en 26 años en lograrlo) por 4 segundos. Mansell tendría que esperar seis años para compensar este sinsabor.


3 - JAPÓN 1976 (Fuji)



Los años 70 fueron una época de muchos dominios, y de pocas peleas apretadas por el título. Solo en dos temporadas (1974 la anterior) hubo una última carrera decisiva. 1976 bien podría haber sido una temporada de dominio para el campeón Niki Lauda (Ferrari), que había logrado cinco victorias y tenía un buen colchón de 23 puntos sobre el temperamental James Hunt (en McLaren tras brillar en Hesketh), pero su terrorífico accidente en el Nordschleife lo cambió todo. En una recuperación milagrosa, se perdió sólo dos carreras y sumó algunos puntos, más un podio, en las tres siguientes, pero en ese periodo Hunt había añadido cuatro triunfos a los dos anteriores, y se situó a sólo tres puntos del austríaco (68-65) antes de la última carrera.

La última prueba tuvo lugar en un Gran Premio debutante, en el rapidísimo trazado de Fuji. A pesar de sufrir aún secuelas del accidente, Lauda clasificó bien, en tercer lugar tras Mario Andretti y Hunt, pero el domingo amaneció con condiciones muy lluviosas, similares a las de aquella tarde en Alemania. Tras intentar liderar sin éxito un boicot, Lauda inició la carrera, cayó al décimo lugar en la primera vuelta y se bajó tras la segunda, sin voluntad alguna de poner su vida más en riesgo. Todo dependía de Hunt, que necesitaba un cuarto puesto para ser campeón, y la cosa pintaba bien para él, al ponerse líder en la salida.

Uno tras otro, todos los perseguidores de Hunt cayeron víctimas de la lluvia: Vittorio Brambilla, que llegó a atacarle, Jochen Mass, Tom Pryce... A medida que la lluvia aminoró, sus neumáticos de mojado empezaron a venirse abajo, y a 10 vueltas del final le pasaron Patrick Depailler y Andretti. A falta de sólo cuatro giros, una de sus gomas se delaminó, igual que con Depailler cinco vueltas antes. Salió de boxes quinto, y el título era virtualmente para Lauda.

Creyendo que sus opciones se habían ido al traste tras ver pasar al líder Andretti para doblarle, un enfurecido Hunt condujo al límite con gomas nuevas, consiguió dar caza a Depailler, y ambos pasaron a dos vueltas del final a Alan Jones y Clay Regazzoni: se daba la circunstancia de que todos iban con vuelta perdida. En medio de una tremenda confusión general, Hunt cruzó la meta tercero, ganando el título por un punto, y sólo se enteró de que lo había logrado cuando su jefe de equipo le felicitó en boxes. El británico nunca volvió a aspirar a un título mundial, mientras Lauda, a quien Enzo Ferrari daba por acabado para las carreras, se resarciría dominando con mano de hierro en 1977.


2 - MÉXICO 1964 (Magdalena Mixhuca, actual Hermanos Rodríguez)



Considerada durante muchos años como la definición de campeonato más dramática de la historia de la Fórmula 1, el circuito mexicano acogió una pelea británica a tres bandas entre los dos últimos campeones, Graham Hill (BRM) y Jim Clark (Lotus), acompañados en esta ocasión por John Surtees, tetracampeón de motociclismo en 500cc y que en su segundo año en Ferrari, y quinto en F1, había demostrado estar a la altura de los grandes con triunfos en el Nordschleife y Monza. Estaba a cinco puntos de Graham Hill (39-34), pero dependía de si mismo, ya que la norma de los seis mejores resultados implicaba que Hill sólo podía puntuar si acababa en el podio; si terminaba segundo, sólo sumaría tres puntos más.

Clark se encontraba en la misma situación que en 1962, a nueve puntos y obligado a ganar, aunque en esta ocasión necesitaba que Surtees no fuese segundo y que Hill no acabase en el podio. Con ello, el escocés se puso manos a la obra y logró la pole con ocho décimas de ventaja. Surtees, que llevaba un Ferrari azul y blanco por la disputa de Ferrari con la Federación Italiana, clasificó cuarto, dos puestos por delante de Hill. En la salida, ocurrió una doble carambola que beneficiaba a Clark: el elástico de las gafas de Hill se rompió, cayendo al décimo puesto, y el motor de Surtees rateó durante todo el primer giro, que acabó en 13º lugar. El escocés, mientras, se marchaba en la distancia, sólo perseguido de lejos por Dan Gurney.

Sus rivales fueron recuperando puestos, situándose Hill tercero en la vuelta 12 y Surtees quinto en la 18. Aquí entró en juego el otro Ferrari, el de Lorenzo Bandini. El italiano atacó con todo a Graham Hill, y en la vuelta 31, colisionó con el británico. El golpe dañó los escapes del BRM, y sólo pudo terminar la carrera en 11ª posición. Con Surtees tercero, Clark se encontraba en disposición de ser campeón. El de Ferrari estaba demasiado lejos para alcanzar a Gurney, y Bandini, con un motor especial que resultó ser más potente, le pasó. Sólo un milagro evitaría la segunda corona consecutiva de Clark... y ocurrió.

A siete vueltas del final, su V8 empezó a echar humo, como ocurrió dos años atrás. Clark intentó llegar hasta el final, pero el motor se rindió en la penúltima vuelta. En Ferrari se dieron cuenta rápido y gesticularon desesperadamente a Bandini para que dejase pasar a su compañero en el último giro. El italiano cumplió las órdenes y Surtees, segundo en carrera, se proclamó campeón por un sólo punto. Fue su única oportunidad de ser campeón (fue subcampeón dos años después, muy lejos de Jack Brabham) y la aprovechó, pasando a la historia como el único piloto en ganar el Mundial de Fórmula 1 y de motociclismo.


1 - BRASIL 2008 (Interlagos)



Ninguna otra carrera podía estar en el primer lugar. Sin duda, la madre de todos los 'finales' ocurrió en 2008. Un año después de perder el título en la última carrera, Lewis Hamilton volvía a llegar a Brasil encabezando el Mundial y sin haber cerrado el campeonato. Había ganado cinco carreras, pero la segunda mitad de año fue un tira y afloja con el sorprendente Felipe Massa, que aprovechó los problemas de Kimi Räikkönen para erigirse lider del equipo en su tercer año en Ferrari. Se impuso en otras cinco carreras, pero un par de abandonos clave en Hungría y Singapur le habían dejado a siete puntos (94-87) de Hamilton.

Ante su afición, Massa lo intentó todo. Logró la pole con gran contundencia, mientras Hamilton, al que le valía un quinto puesto para ser campeón, clasificó cuarto. La carrera comenzó en pista mojada y Hamilton cayó al sexto puesto tras la primera parada, aunque ascendió al decisivo quinto lugar pasando a Giancarlo Fisichella. El orden en las primeras posiciones no cambió tras la segunda parada, y Massa lideraba sin ningún apuro sobre Alonso, situación que prosiguió hasta el final. Todo dependía de lo que ocurriese detrás. En el grupo que peleaba por el podio, estaba Sebastian Vettel, el piloto revelación de la temporada, quién pretendía ganar posición en pista haciendo una parada más que el resto.

La lluvia reapareció a ocho vueltas del final, y todos cambiaron a neumáticos de mojado, a excepción de Timo Glock, que había parado en la vuelta 36 con la previsión de no volver a hacerlo. Se situó cuarto sobre Hamilton, que se defendía por activa y por pasiva de Vettel. En el giro 69 de 71, la lluvia pasó a ser torrencial. Sufriendo con sus intermedios, Hamilton cometió un error y Vettel le adelantó. El británico trató por todos los medios de recuperar la posición, pero no tuvo fortuna. Massa cruzó la meta primero ante el júbilo de todo Brasil, que creía a su héroe campeón. Tras Vettel, Hamilton pasó por meta... ¡quinto! El británico se convertía en el campeón más joven... ¡por un sólo punto! ¿Qué le había pasado a Glock?

Irónicamente, la lluvia había jugado en favor de Hamilton. Con sus ruedas de seco, Glock no tuvo forma alguna de ser competitivo en la última vuelta, y tanto Vettel como Hamilton le pasaron en la última curva. Sin la lluvia, un Vettel con gomas más frescas habría terminado la carrera atacando el cuarto puesto de Hamilton, y quién sabe si la historia hubiese sido diferente con Glock... Lo único que se sabe con certeza es que éste fue el primero de los, hasta la fecha, tres títulos de Hamilton, y el último entorchado, hasta la fecha, de McLaren. Massa, por su parte, no ha vuelto a aspirar al título, y no ha vuelto a ser el mismo tras su grave accidente en Hungría al año siguiente. Brasil sigue esperando un heredero para Senna.


MENCIONES HONORÍFICAS

Elaborar este top 10 entre algunos de los mejores finales de campeonatos de la historia ha sido una tarea ardua. Por suerte, ha habido más de 10, lo que ha complicado seriamente elegir las carreras que ocuparían la segunda mitad de la lista. El orden se ha elaborado en base a una serie de criterios, en el que ha primado la incertidumbre sobre el campeón con las que estas pruebas llegaron a las últimas vueltas. Aunque las carreras de Europa 97 y Australia 94 no cumplen esta consideración, se incluyen por las implicaciones de tener a los dos candidatos chocando entre sí, y sus repercusiones.

Asimismo, el inusual gesto de Collins en Italia 56 y el rápido declive de Piquet en Las Vegas 81 decantaron la balanza hacia ellas, en lugar de otras carreras que, aunque emocionantes, no tuvieron un final tan agitado. Además, se ha intentado mantener una cierta equidad histórica, incluyendo en la medida de lo posible finales que representen las distintas etapas de la Fórmula 1. Por ello, algunos grandes finales se han quedado fuera de esta lista. He aquí un breve resumen de los más destacados que no han sido incluídos:


- ITALIA 1950: Juan Manuel Fangio, Luigi Fagioli y Nino Farina llegaron separados por cuatro puntos. Fangio abandonó con dos coches diferentes y Farina campeonó ganando.

- MARRUECOS 1958: Una salida mejorable casi le costó el título a Mike Hawthorn, hasta que el abandono de Tony Brooks le permitió ser campeón por un punto sobre Stirling Moss. 

- SUDÁFRICA 1983: Liderando por dos puntos, Alain Prost era tercero intentando cazar al lider Nelson Piquet cuando tuvo un problema mecánico a mitad de carrera. El brasileño ganó el título.

- PORTUGAL 1984: Problemas en clasificación obligaron a Niki Lauda a remontar para defender su ventaja de 3,5 puntos ante Alain Prost. El abandono de Nigel Mansell le dio el campeonato por medio punto.

- BRASIL 2007: Una salida de pista y la caja de cambios enterraron a Lewis Hamilton y sus cuatro puntos de ventaja, y el doblete de Ferrari finiquitó a Fernando Alonso. Kimi Räikkönen ganó por un sólo punto sobre ambos.

- ABU DHABI 2010: Cuatro pilotos con opciones. Una salida conservadora, un Safety Car, una parada errónea y un Renault tumbaron la ventaja de ocho puntos de Fernando Alonso en favor de Sebastian Vettel, que ganó por cuatro. Ni Mark Webber ni Lewis Hamilton le inquietaron.

- BRASIL 2012: Tras sufrir un incidente que le dejó último en la primera vuelta, Sebastian Vettel se recuperó y defendió su liderato ante Fernando Alonso por tres puntos. 



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