Lewis Hamilton ha asegurado que empieza esta temporada 2018 de Fórmula 1 con más fuerza que nunca, partiendo con un nuevo Mercedes con el que se siente cómodo. El cuatro veces campeón mundial deja claro que, aunque no subestima a nadie, ve bien claro que Ferrari y Red Bull son sus rivales más cercanos un año más.
Hamilton ha estado rodando durante toda la tarde en tandas largas, marcando tiempos continuos y competitivos con los neumáticos medios – por delante de Ferrari, Red Bull y Haas, quienes no han estado lejos de los de cabeza. Aunque el tiempo de Sebastian Vettel ha sido bastante destacado (1:17.182), Hamilton ha desestimado la importancia de ello, teniendo en cuenta que son test de pretemporada.
Un tema destacado en la rueda de prensa que ha tenido lugar en el Circuit de Catalunya ha sido el de la vuelta ‘perfecta’, que a ojos del británico no existe – de hecho, a nivel humano sería imposible puesto que requeriría un nivel de precisión sobrenatural en cada una de las curvas de un circuito, aún mayor que el que se ve en los pilotos de élite. Bajo su experiencia, cuando se hace una vuelta destacada (por ejemplo, en una pole position destacado) siempre se observa en la telemetría que una frenada más temprana o cualquier otra variable que podría haber hecho esa vuelta más cercana a la ‘perfección’ teórica.
También ha establecido diferencias entre el coche del año pasado y su sucesor: el monoplaza de 2017 fue catalogado por él mismo como una ‘diva’ en el sentido de que era muy delicado y sensible a todos los cambios que se hacían en los reglajes de cada Gran Premio. De momento, en este W09 se ha visto algo más cómodo, aunque la situación no se compara a lo que se puede ver en una carrera donde los objetivos son muy distintos a los de un test de pretemporada.