Es fácil sonreír cuando se gana y mostrarse antipático cuando los éxitos no llegan. Verstappen acostumbra a bajarse del coche extremadamente serio. El neerlandés se exige siempre más, y siempre piensa que el resultado obtenido podría haber sido mejor. Excepto este domingo.
Verstappen logró la victoria y esta vez sí que mostró al mundo la mayor de sus sonrisas. “Es alucinante, no puedo creerlo”, contestaba ya en el podio a Plácido Domingo. “Fue una gran carrera. Tengo que dar las gracias al equipo que me ha dado un gran coche para ganar incluso en la primera carrera. Es una sensación increíble.”
“Sí, creo que mi padre estará muy orgulloso. Desde muy corta edad my padre me ha ayudado mucho para conseguir esto. La carrera fue alucinante. Para mi fu como una carrera de resistencia, especialmente las últimas 10 vueltas. Yo no me podía creer que estuviera liderando. Hoy todo fue bien. Puede aguantar los neumáticos y creo que hicimos la mejor estrategia posible… Increíble, no puedo creerlo.”
“Es una gran sorpresa ganar mi primera carrera con RB. Por supuesto que no lo esperaba. Comencé intentando conservar neumáticos, pero al estar cerca de otro vehículo, se destrozan. Cuando montamos neumáticos medios, el coche se sentía muy bien. Entonces me centré en gestionar todo; la velocidad, los neumáticos… Finalmente fue la mejor estrategia posible. En el último stint estuve presionado por Kimi pero en este circuito es muy difícil adelantar. Me centré en no cometer errores. El objetivo era el podio pero al final ganamos… la sensación es increíble.”
“Tan pronto como hice la parada supe que iríamos hasta el final. Las primeras vueltas no empujé nada. Yo sabía que los Ferrari eran más rápidos que nosotros hoy así que me dejé atrapar y entonces me centré en controlar la diferencia. Muchas veces el tenía DRS y se acercaba mucho. Me centré en el último sector, en no deslizar y realizar una buena salida de la chicane. Bueno, siempre controlando los espejos.”
“Sabía que iba a ser difícil llegar al final, así que me concentré al máximo para mantener el control de los neumáticos, especialmente las diez primeras vueltas. Obviamente no vas tan rápido como podrías, solamente vas controlando. Las últimas diez vueltas era como pilotar sobre hielo. Deslizas mucho, pero todo es controlar el tercer sector y hacer una buena salida. Creo que es así como muchas carreras se ganaron en Barcelona.”