En el Autódromo Hermanos Rodríguez, Renault probó la gloria y el desastre en partes iguales. El planteamiento del fin de semana recuerda al hecho por Honda en la IndyCar para las 500 millas de Indianápolis, ganar a toda costa, enfrentando cualquier riesgo de problemas de fiabilidad.
El resultado en México fue que solo dos de los seis coches motorizados por la marca francesa finalizaron la prueba, salvando el dato de que uno de los que acabó, Max Verstappen y su Red Bull; ganó la carrera de forma más que contundente. Sin embargo, la cantidad de problemas de fiabilidad hicieron saltar las críticas y preocupaciones. Todas las miradas enfocaban a McLaren, que tras el fiasco con Honda durante estos tres años no puede permitirse otra temporada viendo las carreras desde el muro.
Para sorpresa de todos, los de Woking restan importancia a lo sucedido en México y se apoyan en el rendimiento sacado por Max Verstappen en dicha carrera y en Malasia. Los dirigentes de McLaren se han mostrado más que satisfechos por ello y perdonan el desastre en México ya que el motor se enfrentó a una elevada altitud y una gran exigencia.
Desde McLaren valoran positivamente el esfuerzo por escalar de Renault y admiten la dificultad que ello supone. Eric Boullier, director deportivo de McLaren, insiste en que no están preocupados ya que saben a la perfección lo difícil y lo peligroso que es arriesgar. Toman a Renault y Red Bull como referencia y la marca austríaca en concreto como rival a batir el próximo año.
“No estamos preocupados. Incrementar la fiabilidad es un verdadero reto, pero es cierto que no es tan difícil como mejorar el rendimiento del coche. Lo que hay que tener en cuenta es que el motor Renault ha ganado con soltura dos de las últimas cuatro carreras. Por lo que no existe preocupación alguna. Tomamos a Renault y Red Bull como referencia, ya sabemos a quién debemos batir la próxima temporada”, comentó el francés.
Zak Brown, director ejecutivo de McLaren, respeta el riesgo que corrió Renault en México y afirma no estar preocupado, ya que a cambio sí que están encontrando más potencia.
“No sé qué pasó con los motores Renault en México y está claro que no fue un buen día, pero me quedo con que están arriesgando al máximo. La potencia de su motor está aumentando y cuando eso ocurre suele aumentar la probabilidad de tener problemas de fiabilidad. Pero eso no me preocupa”, afirmó el americano.