La F1 llega al circuito en el que Mercedes ha cosechado peores resultados en los últimos años, siendo aquí donde protagonizó su peor carrera de la era híbrida en 2015 cuando ninguno de sus coches fue capaz de alcanzar el podio. Por tanto, se trata de un circuito en el que Ferrari y en especial Vettel están obligados a ganar y sacar el máximo partido posible de un trazado en el que a ellos si que les ha ido bien.
Toto Wolff pues, les ha dado el cartel de favoritos no solo a Ferrari, sino también a Red Bull que aquí también han triunfado en distintas ocasiones: “Singapur es la clase de circuito que debe favorecer a Ferrari y Red Bull. Ambos han demostrado un gran rendimiento en esta clase de circuitos que requieren mucha carga aerodinámica, mientras que nosotros tuvimos más dificultades en 2017. Hemos aprendido de lo que pasó en Hungría y Mónaco, donde dimos un paso al frente para entender qué necesitamos para sacar el máximo rendimiento del chasis.”
“Darnos cuenta de nuestras fortalezas y debilidades es lo que nos ha hecho fuertes,” confiesa el director de Mercedes “para ser mejores en cada área, nos hemos metido de lleno en buscar el origen de nuestras buenas y malas actuaciones. En 2015, Singapur fue una de las peores carreras de los últimos años, así que nos pusimos manos a la obra para volver con éxito. A pesar de ese éxito, en este circuito hemos encontrado dificultades por su combinación de curvas lentas y cerradas, rectas cortas y bacheadas. Esperamos enfrentarnos a un gran desafío.”
En Red Bull también son optimistas. Al igual que en Ferrari, saben que es un circuito en el que pueden conseguir un buen puñado de puntos y por ello cambiaron piezas de su unidad de potencia en la última carrera, sacrificándolo de esta forma y tomando como una preparación para la cita asiática. El propio Ricciardo admite que “Singapur no será nuestra única oportunidad, pero es una de las mejores pistas de la segunda mitad del año.”