Mercedes vuelve a la carga en Barcelona

Se comentaba que tras las primeras carreras, en Barcelona comenzaría un campeonato distinto. La llegada a Europa tras la gira asiática trae consigo múltiples cambios y paquetes de mejoras para los equipos. Y éstos siempre suelen funcionar o cambiar, aunque sea mínimamente, el panorama.

Y así ha sido, o al menos eso parece. Mercedes traía un paquete aerodinámico nuevo y arriesgado, para intentar recuperarle la distancia a Ferrari. Y de momento, tras lo acontecido en la FP1, no solo han roto la diferencia, sino que además la han aumentado a su favor. Mercedes ha vuelto a vivir una sesión ideal, como las que tenía no hace tanto tiempo. Y ha recuperado la mejor versión de Lewis Hamilton, que ha sido el más rápido de la sesión con un tiempo de 1:21.521 y 28 vueltas en su haber. Justo detrás de él quedó su compañero Valtteri Bottas, a tan solo 29 milésimas.

Para encontrar a Ferrari hay que distanciarse hasta la barrera del segundo. Los de Maranello no han tenido la mañana deseada ya que para preocupar un poco más la situación, Sebastian Vettel tuvo un problema con la caja de cambios en el inicio de la sesión. Afortunadamente para los italianos, el problema fue solventado rápidamente y el tetracampeón del mundo pudo dar un total de 23 vueltas que le colocarían en la cuarta posición, muy cerca de su compañero de equipo Kimi Räikkönen, que quedó justo delante.

Por detrás volvemos a encontrarnos a Red Bull. Pero esta vez muy cerca de Ferrari. Sin embargo, la alegría es contenida en el equipo de las bebidas energéticas, ya que siguen a más de un segundo de distancia de los tiempos más rápidos (que ahora marcan Mercedes). Y tras Red Bull nos encontramos a unos sorprendentes Haas. Los americanos parecen haber aplicado sus mejoras con éxito y ocuparon el séptimo y octavo lugar de la tabla, siendo Romain Grosjean más rápido que un Kevin Magnussen que acabó la sesión quedándose tirado en la curva cuatro.

Y la imagen del drama se la volvió a llevar McLaren. Cuando se suponía que incorporaban mejoras esperanzadoras y que el coche debía acumular kilómetros para conseguir datos valiosos, el MCL32 de Fernando Alonso dijo basta. Apenas dos curvas aguantó el monoplaza del español, que se quedó tirado por una evidente fuga de aceite. Tal era el panorama, que el piloto español decidió marcharse del circuito y aprovechar el tiempo para jugar al pádel con su preparador físico. El trabajó recaló entonces en Stoffel Vandoorne. El McLaren del belga no tuvo mayores problemas y acumuló un total de 24 vueltas, dejando unos tiempos bastante decentes en el sector más revirado del circuito, lo que aporta una mínima esperanza a los aficionados españoles presentes y a McLaren.

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