Monza 1993: Lo que pasó tras el vuelo de Christian Fittipaldi

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Hace veintitrés años se vivió una situación espectacular e inusitada que ya forma parte de la historia de la Fórmula 1: los dos Minardi de Pierluigi Martini y Christian Fittipaldi llegaron a la línea de meta del circuito de Monza en séptima y octava posición. De repente, justo antes de cruzar la meta, Fittipaldi alcanza a Martini, toca la rueda trasera derecha con su delantera izquierda y realiza un salto mortal en el aire antes de caer de nuevo mirando hacia delante, terminando la carrera – aunque con su Minardi M193 maltrecho del aterrizaje.

No obstante, ese momento marcó el inicio del fin (por no decir el final) de la relación del piloto brasileño con Martini y, a la postre, con el equipo. Al final de la temporada Fittipaldi se marcharía al equipo Footwork para formar equipo con Gianni Morbidelli mientras que Martini, eterno hombre de Giancarlo Minardi, se quedaría en el equipo hasta retirarse de la Fórmula 1 en mitad de 1995, formando parte además en la fusión entre los dos equipos italianos Minardi y Scuderia Italia (para quienes corrió durante el año 1992).
 

“La diferencia de velocidad era de 289 kilómetros por hora (Martini) y 314 (Fittipaldi). No puede ser del rebufo ya que no se ganan más de tres o cinco kilómetros por hora. La telemetría dejó clara que levantó el pie del freno, pero es un piloto italiano en un equipo italiano en Monza…Giancarlo se lo calló todo. Tuve la telemetría el lunes. Llamé a Fernando Paiva, que era quien llevaba la telemetría a Minardi. Le pregunté y me respondió que había levantado el pie. Ya está. Tengo suerte de estar aquí”, argumentó Fittipaldi según recoge el medio Motorsport.
 

“Cuando el coche paró, desabroché los cinturones y me fui andando. Fui al motorhome a cambiarme, llegó ‘Piero’ y me pidió perdón. Si no tuviera culpa o mala conciencia no hubiera venido a mí a pedir disculpas. Nunca lo admitirá, pero le pesaba en la conciencia. Le miré y le dije “¿Sabes qué, Piero? No hablemos, déjalo.” Estaba contento de estar vivo y no quería malgastar mi tiempo para discutir con un tonto. Para mí era un imbécil, desde entonces no le volví a hablar. No tengo nada contra él, pero para mí él y un cubo de basura son la misma cosa”, espetó el brasileño.
 
 

A su vez, Martini llegó a presentar una visión algo diferente de los hechos después de haber estado en la zona de puntos durante la carrera. El italiano llegó a alegar un problema mecánico en la caja de cambios que hubiera explicado la deceleración que llevó al espectacular accidente.
 

“En las dos últimas vueltas me adelantó Eric Comas en su Larrouse-Lamborghini (uno de los motores más potentes de aquel entonces, un V12 frágil pero con mucho más caballaje que los Ford V8 de Minardi) porque se me había roto la quinta marcha en el cambio secuencial de mi Minardi M193, así que había perdido lo que hubiera sido un brillante sexto puesto. En la última vuelta estaba bajo presión de mi compañero de equipo, Fittipaldi. Se quedó detrás mía en Lesmo y Ascari, preparó un movimiento, me adelantó en la Parabólica y reaccioné”, recordó Martini.
 

“La meta estaba en mitad de la recta, no tras la salida de la Parabólica como ahora. Conocía Monza bien porque las carreras de la Fórmula 3 acababan con tres o cuatro coches peleando en pista: aprendí que saliendo por el lado de la derecha haces menos metros y puedes forzar a que el rival salga por fuera, teniendo que coger más metros de carretera. No obstante tuve que cambiar de cuarta a sexta, dándole dos veces a la palanca ya que se había roto la quinta. Así que perdí velocidad y me aceleración era menor que la de Christian. Me moví a la derecha para forzarle a que me adelantase por el exterior, pero se quedó en la derecha. Noté un pequeño toque en la rueda trasera derecha…y ya no volví a ver el Minardi de mi compañero”, explicó el veterano italiano según recoge el medio Pitlane.
 

“Lo pasé fatal en la vuelta de honor. Pensaba que Christian estaba en boxes y al volver vi una escena dramática, tenía la sangre helada. Giancarlo Minardi me llevó al motorhome de Minardi, no quería que hablase con los periodistas que habían inundado nuestros boxes. En ese momento entró Christian – me acusó de haberlo hecho aposta, ¡que le había intentado matar! Nos peleamos mientras Giancarlo trataba de calmarnos y esperamos a la telemetría”, continuó.
 

“Minardi nos advirtió que si algo raro ocurría, el que realizara una maniobra extraña sería despedido. Era claro que iba hacia mí, pero yo sabía que no había hecho nada impropio. El caso es que Christian se calmó. La telemetría mostró que nunca levanté ni que intenté ralentizar. Sólo que mi Minardi no aceleró tan rápido como el de Fittipaldi porque no tenía quinta marcha. Pensándolo, el doble cambio fue bastante bien”, concluyó Martini, quien corrobora que no volvió a hablar del tema con Fittipaldi.