Nico Rosberg, amo y señor de Austria

Nunca se deben descuidar los pequeños detalles. Circunstancias concretas, sucesos puntuales cuya importancia se tiende a olvidar a la hora de juzgar una actuación profesional, a lo largo de una temporada incluso. En el Gran Premio de Austria, dos de esos pequeños detalles entraron en juego para decantar la balanza de una victoria cuya importancia puede resultar pequeña ahora mismo, pero que será vital a final de año: la salida y los boxes.

Nico Rosberg se impuso por tercera vez ésta temporada (curiosamente, todas ellas en las 3 pruebas europeas) tras superar en la salida a Lewis Hamilton. El alemán perdió la pole por un error propio y se resarció traccionando mejor que el británico. Hamilton trató de recuperar la posición, pero el cartel de Safety Car detuvo sus intentos. Tras sufrir un aparente pinchazo, Kimi Räikkönen perdió el control del coche al salir de la curva 2, colisionando con Fernando Alonso, que trataba de esquivarle. Ambos impactaron contra el guardarrail, con el McLaren por encima del Ferrari rozando la verja. Ambos pilotos salieron ilesos.

En esa misma vuelta, una fuga de aceite terminó con la carrera de Will Stevens. Antes de ello, los Toro Rosso ganaron posiciones: Max Verstappen había sobrepasado a Valtteri Bottas por la 6ª posición y Carlos Sainz, que pasó a 3 pilotos (entre ellos Marcus Ericsson, que se saltó la salida) para ponerse 9º. Daniil Kvyat, con el alerón roto, y Jenson Button, que pasó sobre restos en la pista, tuvieron que parar durante el coche de seguridad.

Una vez la carrera se relanzó, Rosberg se marchó con comodidad, poniendo en práctica el ritmo visto en libres para poner unos valiosos segundos de diferencia entre él y Hamilton. Vettel lo tuvo imposible para seguirles. McLaren daría por concluido el trabajo del día en la vuelta 8, cuando Jenson Button paró en boxes para no volver a salir. Verstappen trató de mantenerse cerca de Nico Hülkenberg, pero el sobrecalentamiento de sus ruedas le obligó a ceder distancia, siendo eventualmente superado por Valtteri Bottas. Poco antes de las paradas, el finlandés también adelantó a Hülkenberg, pero el alemán salió por delante tras la suya.

En el turno de paradas, la moneda salió cruz para Sebastian Vettel y Carlos Sainz. Ambos tuvieron problemas con las tuercas de sus ruedas. La parada del de Ferrari fue más dañina, ya que perdió el tercer puesto con Felipe Massa. Sainz, por su parte, cometió una infracción de exceso de velocidad que le costó una sanción de 5 segundos. No llegó a cumplirla, ya que abandonó pocos giros después por un fallo de motor, en la misma vuelta que Romain Grosjean, con problemas en la caja de cambios.

La parada clave, el segundo detalle que decidió la carrera, fue la de Hamilton. Más concretamente, la salida, ya que pisó la línea blanca que la separa de pista, recibiendo una penalización de 5 segundos que ponía punto y final a sus opciones de victoria, dado el ritmo implacable de Rosberg.

Tras ello, se dispararon las batallas en la zona media. En los últimos giros, Pastor Maldonado acaparó todos los focos, superando a Daniel Ricciardo y adelantando a Max Verstappen tras una larga e intensa pelea, asegurando su séptima posición. Vettel trató de reducir su desventaja con Massa, pero el brasileño mantuvo las distancias con solvencia para obtener su primer podio del año, y el 40 de su carrera. Muy por detrás, a 3 vueltas de la cabeza, Roberto Merhi se limitó a cruzar la meta para conseguir un 14º puesto que sabe a gloria.

Nada pudo detener a Nico Rosberg, al que sólo le faltó la pole para redondear un fin de semana perfecto, vuelta rápida incluída, y repitió el triunfo del año pasado (siendo el RB Ring el segundo trazado en el que repite victoria tras Mónaco). La diferencia entre él y Lewis Hamilton vuelve a los 10 puntos, y todo parece indicar que la cosa seguirá siendo así hasta el final. Los pequeños detalles marcan la diferencia. Hoy es una línea blanca, mañana puede ser un pinchazo. Mercedes no ha matado la pelea por el título, simplemente ofrece un ángulo diferente.