Twitter (@SaraFalconSCR)
El primer día de test en el Circuito Internacional de Sakhir, Bahréin, ha sido desafiante para McLaren-Honda después de que Oliver Turvey se pusiese al volante del MCL32 en pista, por primera vez y detectar ciertos problemas. El británico acabó duodécimo de la clasificación.
En esta línea, después de completar su vuelta de instalación, Turvey tuvo que volver al box al detectar una fuga de agua en el sistema ERS lo que provocó, además, un cambio completo de una pieza para investigar el problema. Fue así que el equipo logró regresar a los test hasta completar un total de 17 vueltas. No obstante, a pesar de la falta de kilometraje, McLaren-Honda ha explicado, en un comunicado oficial, que fue capaz de recoger algunos datos útiles que se analizarán para ayudar a configurar el programa.
Por su parte, Oliver Turvey ha afirmado que está "muy agradecido" al fabricante por darle la oportunidad de conducir en Bahréin después de que hayan pasado dos años desde que lo probó por última vez. Asimismo, destacó lo ocurrido en el primer día de test: “Es frustrante tener un problema que nos costó mucho tiempo de pista, pero, para mí, cada vuelta en un coche de Fórmula 1 es beneficiosa y fue genial estar de vuelta en el coche. Todavía siento que hemos logrado algo hoy a pesar del programa limitado”.
Asimismo añadió: “Esta es mi octava temporada con el equipo como piloto de pruebas, y la última vez que conduje para McLaren-Honda fue 2015. El coche ahora se siente completamente diferente. Es difícil comparar de un año a otro, pero cualquier momento y conocimiento que pueda recoger de mi tiempo en el coche es importante”. “El nivel de carga aerodinámica se siente mucho más alto de lo que recuerdo, así que creo que definitivamente es un coche más agradable para conducir este año”, concluyó. El turno de Stoffel Vandoorne será en el segundo día de test en Bahréin.