Nefastas noticias, una vez más, las que golpean al mundo de la Fórmula 1. David Robertson fallecía en los últimos días en un hospital de Estados Unidos, tras estar sometido a tratamiento en su lucha contra el cáncer de laringe por el que se veía afectado. El manager ucraniano era uno de los más emblemáticos del paddock, tras ayudar a debutar en F1 a Jenson Button en el año 2000 y al propio Kimi Räikkönen un año después.
Robertson compartía la gestión de Räikkönen con su hijo, Steve, que fue piloto de Indy Lights en 1994, y con Mark Blundell en los últimos meses. Jenson Button le rendía su pequeño homenaje en la tarde de ayer a través de ‘Twitter’: “Muy triste el escuchar que David Robertson, quien me ayudó a lograr mi sueño de pilotar en Fórmula 1, ha fallecido.”
Golpe duro para el entorno de Räikkönen ¡Descanse en paz, Mr. Robertson!