Pierre Gasly logró acabar el Gran Premio de Brasil pese a que a apenas unos segundos de acabar la prueba el motor Renault de su Toro Rosso volvió a fallar, perdiendo potencia y parando el coche nada más cruzar la bandera a cuadros. Gasly acabó duodécimo en su cuarta carrera en Fórmula 1, fuera de la zona de puntos pese a haber sido competitivo.
Debido a las penalizaciones que arrastraba tras cambiar tanto el turbo como el MGU-H, Gasly salía decimonoveno, pero pudo remontar posiciones a lo largo de la carrera – de hecho aprovechó la línea exterior en la salida para avanzar varios puestos. Fue capaz de mantenerse cerca del ritmo de Carlos Sainz (piloto de Renault que hasta hace unos meses ocupaba su asiento en Toro Rosso), acabando la carrera a dieciséis segundos del madrileño.
“Sabía que había algo que estaba mal por en cada vuelta me decían que transfiriera aceite – yo sabía que teníamos un MGU-K de especificación antigua así que decía “jod..., espero que llegue hasta el final”. Y a 200 metros de la meta iba a fondo y pierdo potencia del coche, hacía como ‘bup bup bup bup’, crucé y yo estaba en plan “¿Qué hago ahora?”, me dijeron que aparcara el coche y punto”, declaró Gasly según recoge el medio Motorsport.com.
Mientras que Gasly pudo cruzar la línea de meta, su compañero de equipo Brendon Hartley no tuvo tanta suerte pues tuvo que abandonar a mitad de carrera. Toro Rosso es en la actualidad el equipo Renault que más problemas está teniendo, pues ya tuvieron que abandonar los dos pilotos en el Gran Premio de México.