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Pirelli se ha convertido en otro punto de ataque durante el GP de Brasil después de haber sido sorprendidos por delincuentes durante el fin de semana del Gran Premio. Los ladrones atacaron un vehículo del fabricante de neumáticos con el objetivo de detenerlo e intentar robar a la gente que había dentro, pero, afortunadamente, el personal de la compañía italiana pudo escapar y todos resultaron ilesos.
En esta línea, Mercedes, Williams y Sauber también sufrieron ataques durante la cita deportiva de la F1, incluso agentes de la FIA pudieron escapar de otro intento de ataque a mano armada. De este modo, lo organizadores de la carrera prometieron reforzar la seguridad con más presencia policial en los alrededores de la pista, algo que, a raíz de lo acontecido, ha quedado cuestionado.
Por su parte, Lewis Hamilton expresó su malestar ante lo ocurrido: "Lo más frustrante es que llevo 10 años en la Fórmula 1 y cada año le ha pasado a alguien en el paddock, y sigue ocurriendo”, comentó a través de sus redes. "Es un problema con el que estoy seguro que el gobierno de aquí está luchando, pero creo que quizás este fin de semana deberían activar ciertos protocolos que ayudarían, como por ejemplo cuando vamos a México", explicó.
"Así que espero que mejoren y sigamos adelante. Y creo que debería ser para todo el paddock. Es en parte responsabilidad de la F1 pero en general las personas con altos cargos deberían tomar medidas para mantenernos a todos a salvo", agregó. Y es más: "No está bien solo que los jefes y yo tengamos seguridad. La gente debe ser atendida".