El Kimi Räikkönen de este inicio de 2014 no es el que vimos en Lotus en las dos últimas temporadas. Así como el F14-T no es, ni por asomo, ninguno de los dos monoplazas del equipo de Enstone. No obstante, se esperaba algo más del finlandés en esta nueva era Turbo, en la que los motores harían los coches más nerviosos y las finas manos de ‘Iceman’ marcarían la diferencia.
El propio piloto asegura que los diversos incidentes en carrera que ha tenido en estas seis primeras carreras son fruto de la mala suerte y que su pilotaje no se puede valorar solamente por estos momentos. En Mónaco hubiera superado a Fernando Alonso si Max Chilton no se lo hubiera llevado por delante al intentar desdoblarse, pero a fin de cuentas, los resultados cuentan y en ellos, el finlandés, pierde por goleada.
“He pilotado bien muchas veces, pero siempre ha habido algo que ha ido mal en las carreras, como pinchazos que tuve por toques de otros, y en realidad nunca he tenido normalidad. Es una pena. De nuevo, tuvimos una buena posición en Mónaco, pero tuve un pinchazo, y eso sí fue mala suerte. Las pequeñas cosas salen mal y, al final, marcan una diferencia enorme\", declaraba a ‘Autosport’ el piloto de Ferrari. “Una vez que tengamos buenas sensaciones con todo estoy seguro de que va a ir mucho mejor. Pero, hasta que obtengamos los resultados y los problemas se solucionen, hemos de seguir peleando, y espero tener un poco más de suerte en el futuro\".