Kimi Räikkönen no quiere tirar la toalla tan pronto y el finlandés está dispuesto a seguir adaptándose a las nuevas tecnologías y funcionamientos de su monoplaza siempre que el equipo haga los retoques necesarios. Este fin de semana, la Fórmula 1 aterriza en Bahréin y ‘Iceman’ espera que su mejoría en Malasia se plasme el domingo en el circuito de Sakhir, tras su toque con Magnussen en la carrera del fin de semana pasado.
“Después de probar en Bahréin durante el invierno, volvemos con mucha más experiencia y conocimientos tras las dos primeras carreras. Debemos poner en práctica lo que hemos aprendido para este fin de semana”, declara el piloto finlandés. “Hay mucho que hacer pero todo el mundo en el equipo está apretando fuerte para solucionar las cosas lo antes posible. No hay muchas curvas en el circuito de Sakhir, pero parece muy complicado conseguir una vuelta perfecta, debido a la combinación de sectores de alta velocidad y algunas curvas de velocidades muy bajas”.
“Obviamente, cada circuito es distinto en cuanto al efecto sobre el combustible y los neumáticos; mirando a Bahréin, el ahorro de combustible jugará un papel más importante que en las dos últimas carreras, pero no debería ser muy difícil, ya que es un problema menor de lo que pensábamos al llegar a Melbourne”, reflexiona Kimi, ante el cambio de tornas que nadie esperaba en cuanto al gasto de combustible tras los test de pretemporada. “También, en cuanto a los neumáticos, creo que Sakhir podría ser más sencillo que Sepang y más si conseguimos regular el coche perfectamente, eso me hará la vida más sencilla”.