Recital australiano de Nico Rosberg

A Hamilton le comunicaban que su propulsor V6 Turbo no daba para más y le hacían entrar en boxes para acabar un fin de semana, que comenzó de manera gloriosa, de manera prematura. Una vuelta más tarde, el tetracampeón del mundo se daría un golpe contra la realidad relativa de su monoplaza. El ‘RB10’ de Sebastian Vettel no conseguía sacar más de su motor Renault y entraba en el garaje para abandonar un fin de semana para el olvido y sobre el que trabajar en la recuperación liderada por Daniel Ricciardo.

Fernando Alonso tuvo que lidiar durante los tres primeros cuartos de carrera con Hülkenberg y Button, pero la parada temprana del británico, unida a los problemas de potencia de Ferrari, le ganaron la partida. El asturiano tuvo que luchar con su propio monoplaza desde los primeros momentos para lograr terminar donde comenzó. Posición que hubiera perdido también con un sensacional Valtteri Bottas que en su osada persecución pinchaba su neumático trasero derecho al pellizcarlo contra el muro de la curva 9.

El finlandés, no obstante, se reponía y lograba, tras una serie de adelantamientos facilitados por un ritmo infernal, finalizar en una agridulce sexta posición que podría haberse teñido de podio sin aquella acción contra el muro. Australia no faltó a su cita con el Safety Car, por los restos que el FW36 de Bottas dejaba en pista y Charlie Whiting aprovechó para alargar su presencia en una jugada en la sombra para evitar problemas de consumo a más de uno.
 

Button jugó su mejor carta al ver las luces de coche de seguridad al pasar por delante del carril de boxes y en una maniobra astuta y al límite le ganaba la partida a Alonso y Hülkenberg. Ricciardo aguantaba una segunda posición impensable para los chicos de Red Bull hace una semana y Kevin Magnussen veía escaparse al australiano tras la marcha del Safety Car. Quien no dio la talla en el día de hoy -Lotus a parte- fue un Kimi Räikkönen que se mostró muy errático en todos los momentos de la carrera, concluyendo en una gris octava posición.

Con Nico Rosberg gestionando su ventaja de manera magistral, Ricciardo veía cómo un magistral Kevin Magnussen se pegaba a su difusor en las últimas vueltas, pero el australiano, con algún ‘caballo’ de más gracias al fervor sonoro de su público, aguantaba el tipo para sonreír aún más, si cabe. Magnussen debutaba como sólo un futuro Campeón del Mundo puede hacer, igualando el debut de Hamilton, consiguiendo el mejor puesto de un piloto danés en la historia de la Fórmula 1. De nórdicos ha ido la cosa, porque Valtteri Bottas se ha lucido en la primera carrera de la era Turbo y aun así, tenía tiempo de lamentarse de ese error inicial. Soberbio el finlandés de Williams Martini.

La bandera a cuadros ponía punto y final al primer Gran Premio del año. Los ingenieros de cada equipo han hecho un trabajo de matrícula de honor en estas últimas semanas para lograr una fiabilidad general inesperada. Nico Rosberg se regala un recital de oro que le pone líder de un Mundial que puede ser eterno.