Red Bull dilapida sus opciones y le da la victoria a Lewis Hamilton

Lewis Hamilton salió ganador del Gran Premio  de Mónaco. El británico logró la primera victoria de la temporada y la cuadragésimo cuarta de su carrera deportiva venciendo una carrera marcada por la lluvia y la disparidad en las estrategias.

Con agua sobre el trazado, Charlie Whiting no dudó en comenzar la carrera tras el Safety car, necesitando de continuas quejas de los pilotos para comenzar la carrera, y con el comienzo, la primera sorpresa. Mientras Daniel Ricciardo se escapaba sin problema, Nico Rosberg mostró notables problemas, rodando excesivamente rápido y provocando un tapón hasta que el equipo le dio orden de dejar pasar a Hamilton, que pasaría a luchar por la victoria con Ricciardo.

La lluvia cesó y rápidamente los pilotos optaron por montar el neumático intermedio en su mayoría, que no tardó en mostrarse rápido sin llegar a dilucidar si era por rodar en aire limpio o por la propia goma, ya que Ricciardo, con lluvia extrema, se encargó de replicar las vueltas rápidas marcadas por sus rivales. Hamilton fue el primero en desmarcarse de la estrategia aparentemente óptima, manteniéndose en pista con neumáticos de lluvia extrema y consiguiendo mantener detrás a Ricciardo, que le había atrapado con neumáticos intermedios tras realizar la parada.

El momento crítico de la carrera llegó con la que a la postre fue la última parada en boxes y que llegó con la aparición del carril seco sobre el trazado monegasco. Hamilton entraba a montar neumático ultrablando mientras Ricciardo volaba sobre el circuito, tratando de superar a Hamilton. Con el gap suficiente para ganar posición al británico, Red Bull llamó a boxes al australiano, que veía con sorpresa como al parar sus neumáticos no estaban listos, perdiendo una notable cantidad de segundos. Ricciardo salía a pista justo detrás del británico, con el neumático superblando usado, mientras que Hamilton optó por el Superblando para dar casi 50 vueltas.

Ricciardo lo intentó todo para pasarle en pista, llegando a darse situaciones de riesgo, especialmente cuando con el australiano especialmente pegado, Lewis optó no por trazar por la curva, contrarrestando la posibilidad de adelantamiento, provocando un monumental enfado del de Red Bull, lo cual abrió una investigación que en esta ocasión dirección de carrera decidió dejar en nada.

Las vueltas pasaban y Ricciardo no podía hacer nada para alcanzar a Hamilton, tampoco a final de carrera cuando la gama más blanda de neumáticos Pirelli, aquella que se vendió como una especie de neumático de clasificación, llegó a completar 47 vueltas sin signos de fatiga. Hamilton cruzaba línea de meta con la caída de algunas gotas de lluvia en las vueltas finales, ganando la carrera por delante de Ricciardo y llegando a doblar hasta el octavo clasificado.

Una de las mayores sorpresas llegó con el ocupante de la tercera posición, el mexicano Sergio Pérez.  El de Force India realizó la parada en el momento justo, montando el neumático más duro para llegar al final de carrera y saliendo a pista en una tercera posición que le daba ventaja competitiva frente a sus rivales, muchos de los cuales erraron de una forma u otra. Uno de los que erró fue Toro Rosso con Carlos Sainz. El piloto español llegó a rodar en tercera posición pero el equipo realizó dos paradas más lentas de lo normal, que sacaron a Sainz a pista en octava posición, cuando rodaba por delante de Pérez.

Igual de enfadado y decepcionado que Sainz debió mostrarse Nico Hulkenberg, quién estando por delante de Pérez, acabó por detrás del mexicano, en séptima posición, tras la ronda de paradas. Quién sí estuvo hábil fue Fernando Alonso, que se mantuvo en pista una vuelta más que los rivales, subiendo hasta el quinto puesto una vez realizó su parada.

Con la pista seca, la carrera volvió a ser la típica en Mónaco, donde un McLaren puede armar un gran trenecito sin que todo un Mercedes pueda adelantarlo. Tras Pérez, Sebastian Vettel, a quién quizás le faltó convencimiento para lanzarse a por el piloto mexicano en las últimas vueltas, especialmente con la aparición de agua. El de Ferrari se tuvo que conformar con la cuarta posición, mientras  Fernando Alonso firmaba su mejor posición del año con el quinto puesto sin perder de vista que finalizó a 85’’ del ganador.

Nico Rosberg cerró una carrera negra al verse superado en línea de meta por Nico Hulkenberg por la sexta posición. El líder del campeonato tuvo problemas de sobrecalentamiento con los frenos al comienzo de la carrera que le hizo perder la posibilidad de luchar por la victoria, y más tarde simplemente estuvo impotente en pista, incapaz de ganar posiciones y con una errática vuelta final en la que Alonso le llegó a sacar 8’’. Hulkenberg firmó el sexto puesto, una gran posición con sabor amargo viendo el puesto de su compañero el cual estaba tras él antes de las paradas.

Carlos Sainz se tuvo que conformar con la octava posición, que al igual que con el piloto de Force India, es positivo pero sabe a poco viendo dónde se podría haber acabado sin los fallos en boxes. Jenson Button y Felipe Massa completaron la zona de puntos, quedándose sin premio Valtteri Bottas. Mención especial a Williams, quién ha estado todo el fin de semana muy por debajo de las expectativas y que en carrera provocó uno de los grandes tapones que al final resultaron clave para el podio de Force India, uno de sus mayores rivales en el campeonato de constructores.

Haas consiguió finalizar duodécimo y decimotercero con Gutiérrez y Grosjean respectivamente, a pesar de que ambos pilotos sufrieron contratiempos durante la carrera. El mexicano tuvo que meter la reversa en alguna ocasión mientras el francés se vio bloqueado por un error de Raikkonen, un Kimi Raikkonen que no acabó tras golpear el alerón en Mirabeau y no llegar a boxes. Buen resultado insulso para los Manor, con Pascal Wehrlein decimocuarto y Rio Haryanto decimoquinto a más de cuatro vueltas, beneficiado por los errores de los rivales en una carrera con siete abandonos.

El abandono más llamativo llegó sin duda de mano del equipo Sauber, quien hizo el ridículo antes el mundo entero. Los estrategas del equipo dieron orden a Felipe Nasr de dejarse pasar por Ericsson para tratar de adelantar a los rivales, ya que el brasileño se veía bloqueado. Ericsson pensó que Felipe le abría la puerta a la salida de La Rascasse, metiéndose por dentro, pero para sorpresa de Ericsson, su compañero se cerró, tocándose ambos y provocando daños que forzarían el abandono de ambos, ante el enfado de los responsables del equipo que han visto la imagen del mismo dañada seriamente.

También fin de semana negro para Verstappen y Renault. El piloto neerlandés realizó una remontada que iba camino de ser recordada, llegando a adelantar a tres rivales en una sola vuelta y marcando vueltas rápidas. El equipo eligió montarle neumáticos blandos a la hora de poner slicks, saliendo justo por detrás de Carlos Sainz en novena posición. El de Red Bull, crecido por los adelantamientos realizados se pegó demasiado al español, perdiendo carga aerodinámica, bloqueando el neumático delantero en Massenet, yéndose a la zona húmeda y por lo tanto directamente al muro, siendo su tercer contacto con los muros del fin de semana y el segundo accidente fuerte.

Renault comenzó fuerte con un accidente de Joylon Palmer en plena recta de meta en cuanto se marchó el safetycar. El británico se pasó dando gas, perdiendo el control y golpeando con dureza el muro. Magnussen tuvo varias trifulcas que van desde romper alerón contra el muro, a enzarzarse con una batalla inexplicable al toque con Daniil Kvyat por mantener posición después de dar con el muro a la salida de la piscina.  

Kvyat tampoco pudo terminar una carrera que comenzó a contra pie para el ruso cuando tuvo que pasar por boxes para tratar de corregir un fallo con la caja de cambios, que aunque pudo reparar en periodo de safetycar, le mandó al fondo del pelotón.

El campeonato se aprieta, continuando liderado por Nico Rosberg con 106 puntos, seguido de Lewis Hamilton con 82, Daniel Ricciardo con 66, Kimi Raikkonen con 61 y Sebastian Vettel con 60. Próxima parada, el siempre cuestionable viaje transoceánico hasta Canadá en 15 días antes de regresar a Europa una sola semana después.