Los organizadores del Gran Premio de Brasil han reforzado las medidas de seguridad con un mayor número de policías en el circuito de Interlagos. Durante la noche del viernes el equipo Mercedes fue atracado a mano armada, además de que Williams y hasta la propia FIA se escaparon de casos similares por poco.
Debido a la zona en la que se encuentra – justo en la franja entre la zona rica de Sao Paulo y las favelas de la ciudad – el circuito se ha relacionado de manera anual con asaltos y robos, perdiéndose material de trabajo, una muestra de la alta delincuencia. Entre las medidas, se recomienda que se quiten los pases de paddock y la ropa de los equipos siempre que salgan del circuito.
“El circuito ha informado a todos los inversores de los eventos que las fuerzas policiales de Sao Paulo han tomado medidas adicionales tras este lamentable incidente (el robo al minibús de Mercedes). Los refuerzos policiales estarán en activo durante la duración restante del evento”, declaró la FIA en un comunicado, según se puede leer en Motorsport.com.
“No deberíamos necesitar vehículos blindados, coches a prueba de bala y agentes para poder llegar a salvo del circuito al hotel. Pero así son las circunstancias y quizás nuestra postura en el pasado ha sido demasiado permisiva, porque Brasil es un sitio popular. Tiene que haber sido un susto muy grande para estas personas”, declaró Toto Wolff, jefe de Mercedes.