Sainz asistió perplejo el pasado fin de semana a un episodio que le costaría una sanción de 10 segundos y, por consiguiente, caer de la undécima a la duodécima posición, así como dos puntos del carnet. No obstante, dejando el resultado a un lado, el piloto español considera injusta la penalización que le impusieron por la disputa y posterior toque que tuvo con Jolyon Palmer. "Para mí, esta decisión significa que no se puede competir con nadie", explicó el madrileño.
Según rememoró Sainz y recogió Motorsport, "estaba mirando mi espejo izquierdo para verle y, de repente, pierde el coche en la parte sucia de la salida de la curva dos y nos tocamos. Entonces es cuando sentí que había alguien a mi derecha y no a mi izquierda. Tras ver el vídeo, me fijé en que primero pierde el coche y entonces es cuando nos tocamos y cuando, a continuación, él se sale".
De todos modos, lo sucedido en Sochi no justifica el mal inicio de temporada que está cuajando el piloto de Toro Rosso y él lo sabe. "No nos escondemos. Estamos muy decepcionados con la manera en la que estas cuatro primeras carreras han ido. Pero de todos modos tenemos una larga temporada por delante. Esperemos que los demás equipos no den un gran paso adelante en la evolución de sus motores para Barcelona y podamos seguir luchando contra ellos", concluyó.