George Russell tuvo un problema con una alcantarilla ligeramente levantada tras el paso del Ferrari de Charles Leclerc. Esto provocó que el suelo del Williams quedase totalmente destrozado, hasta el punto de verse obligado a no participar en los segundos entrenamientos libres del fin de semana.
El director de carrera y los comisarios se reunieron hasta llegar a la conclusión de que era obligatorio sellar todas las alcantarillas del circuito. Por ello, la primera sesión de entrenamientos libres sería suspendida al necesitar tiempo para solucionar este percance.
El Williams del piloto británico ha quedado tan dañado que tendrá que cambiar obligatoriamente el chasis del monoplaza y no podrá salir en la próxima sesión de libres.