Triplete de Mercedes-Benz

Todo continúa igual. La mañana del quinto día de test de la Formula 1 en Bahréin, primero de los cuatro que habrá en esta segunda semana no ha deparado excesivas sorpresas a lo visto con anterioridad. El propulsor Mercedes-Benz sigue un paso por delante de Ferrari y Renault. 


Con una temperatura en pista que pronto ascendió hasta los 38 grados centígrados, Red Bull fue el primero en ponerse en acción. Con Daniel Ricciardo al volante rápidamente marcaron un tiempo de 1:38.642 que prácticamente igualaba al mejor tiempo conseguido la semana pasada. Tras este tiempo, el equipo austriaco se tomó su tiempo para poner a punto el coche, pues estuvieron en boxes casi una hora de tiempo.

Precisamente una hora de tiempo fue lo que tardó Mercedes en salir a pista. La fábrica alemana se tomó esta primera sesión matinal con calma, pero cuando Nico Rosberg salió a pista, lo hizo para machacar el tiempo de Ricciardo, al que sacó casi un segundo. Tras marcar 1:37.722, Nico Rosberg se dedicó a dar vueltas y vueltas hasta completar en tres horas un total de 64 giros, superando por 24 vueltas al siguiente piloto.

Sin embargo, tanta vuelta no sirvió a la apuesta de Mercedes para lograr el mejor tiempo, pues Sergio Perez se encargó con su Force India de bajar el registro en repetidas ocasiones hasta dejarlo en 1:35.290, a solo 2 segundos de los mejores tiempos que se han marcado en Sakhir y aventajando en casi dos segundos y medio al hijo de Keke Rosberg.

Keving Magnussen finalizaba la mañana en tercera posición tras marcar un tiempo de 1:37.825 en 40 giros, prácticamente mismo tiempo que el primer no Mercedes, el Sauber C33 de Adrian Sutil. Y a 16 milésimas del Sauber se posicionaba Ricciardo, estando del segundo al quinto separados por menos de dos décimas como si de una sesión de clasificación se tratase.

Menos plácida fue la mañana en el equipo Ferrari. El F14T iniciaba con fuerza la jornada rodando 10 vueltas de forma casi consecutiva hasta que el finlandés Kimi Räikkonen se detuvo en boxes donde se le detectó un problema técnico. Ya que Ferrari tenía pensado efectuar un cambio de piezas, aprovecharon el momento para tal fin, por lo que la escudería italiana estuvo más de tres horas sin pisar la pista.