Finalmente, la presencia de Valtteri Bottas en el Gran Premio de Australia ha sido descartada a menos de una hora para que éste diera comienzo. En la tarde de ayer, el piloto finlandés tuvo que ser atendido en el centro médico quejandose de unos fuertes dolores en la espalda tras clasificar en 5º lugar. A pesar de la intención de Williams y del propio piloto en recuperarse a tiempo, y de someterse a varias pruebas médicas y físicas, el delegado médico de la FIA no ha autorizado su participación.
Por tanto, FIA ha decidido que todos los coches, empezando por el 6º clasificado Kimi Raikkönen, avancen un puesto, lo que afecta a las estrategias para la salida ya que los pilotos que estaban en la zona limpia pasarían a zona sucia y viceversa. Ésto beneficia al madrileño Carlos Sainz, que ha clasificado 8º para su Gran Premio debut en la Fórmula 1, y que saldrá desde un magnífico 7º lugar tras Daniel Ricciardo, en una parrilla que ha quedado reducida en número a unos pírricos 17 coches, tras la no participación de Manor.