Max Verstappen ha calificado de manera no muy positiva su temporada 2017 de Fórmula 1, la primera que realiza al completo con el equipo Red Bull Racing. Sin haber llegado a la mitad de temporada, el joven holandés acumula ya varios abandonos por problemas mecánicos.
El mayor problema de Verstappen y del equipo Red Bull es que están un paso por detrás tanto de Mercedes como de Ferrari, por lo que con dos rivales tan fuertes es complicado aspirar a victorias – de momento han conseguido visitar en alguna ocasión las plazas de podio, como es el caso de Daniel Ricciardo, que acabó tercero en Canadá por detrás de los Mercedes de Lewis Hamilton y Valtteri Bottas. Además, la fiabilidad y el rendimiento de los motores Renault tampoco es la misma que la de los Mercedes, quienes en esta era turbo se han consagrado como los mejores.
“De repente, toda la energía se fue. Quería acelerar y todo se apagó, hasta el volante, así que no podía ni comunicarme (con el equipo). Es muy frustrante cuando vas segundo. La salida fue genial, creo que es la mejor que hemos tenido. Pero al final salimos con las manos vacías y eso es un asco. Podría haber acabado segundo. O tercero si las cosas no me hubieran salido tan bien”, declaró tras su abandono en el Gran Premio de Canadá.
“La temporada está saliendo como una m…, la verdad, en todos los sentidos. Vas segundo, sabes que el coche no es tan bueno como para estar ahí, pero ese día tenías la posibilidad de mantenerte. Considerando lo complicado que era adelantar, deberíamos haber sido capaces de conseguirlo”, concluyó según recoge el medio británico Motorsport.com.