Una avería en su monoplaza obligó al piloto de Red Bull abandonar en el Gran Premio de Hungría. Tras las duras palabras de Horner contra Renault, esta vez ha sido el turno de Max para criticar a su suministrador. La relación está totalmente rota hasta el punto de haber firmado con Honda para la temporada que viene.
El equipo francés incorpora las novedades a su monoplaza y luego las envía a Red Bull, ralentizando bastante su desarrollo. "Si hay piezas nuevas, por supuesto que son primero para el fabricante, lo que es lógico, pero una lástima para nosotros". El piloto holandés ha puesto el ejemplo de otras escuderías que reciben las mejoras al instante. "En Ferrari y Mercedes estos cambios se introducen inmediatamente y entonces pueden tener ventaja durante una o dos carreras, antes de que el resto dé un paso adelante. Por lo tanto, siempre estamos dos carreras por detrás".
El acuerdo con Honda tampoco le ilusiona ya que sabe que será un bajón de rendimiento al implementar sus motores. "Ahora que se sabe que nos pasamos a Honda, esto no nos va a favorecer, dejémoslo claro, pero así es como funcionan estas cosas y sabemos que sólo nos queda asumirlo".