Sebastian Vettel se infiltró en territorio enemigo y lo hizo con la ayuda de Kimi Raikkonen. El finlandés se tocó con un Hamilton que arrancó desastrosamente en su gran premio de casa y le hizo caer a los últimos puestos en la primera vuelta tras su pasada de frenada. El alemán mantuvo la calma, se sobrepuso a los dos coches de seguridad del tramo final y se zafó de Bottas a cinco vueltas del final.
En la salida, Hamilton cayó al 18º puesto y se quejó por radio de que su coche estaba roto, aunque comenzó una remontada de libro desde la primera vuelta. Por detrás, Pérez trompeó en los primeros metros, estando a puto de llevarse por delante a los dos Williams, que salían de boxes.
En la sexta vuelta, Hamilton ya estaba 11º, tras pasar sin dificultades al McLaren de Alonso. Un giro después, la FIA impuso 10 segundos a Raikkonen por su accidente con Hamilton por “causar un accidente”. Después de las primeras 11 vueltas, el inglés de Mercedes ya era el último de la primera división de la F1 (6º) tras adelantar a Hulkenberg.
Mientras, Raikkonen no lograba pasar a Verstappen, rodando en torno al segundo del Red Bull y la diferencia entre Vettel y Bottas se iba a los seis segundos.
Al final de la vuelta 13, Raikkonen paró en boxes, cumplió su sanción de 10 segundos y montó los medios para tratar de llegar hasta el final de las 52 vueltas del GP de Gran Bretaña. El finlandés volvió detrás del Haas de Magnussen, en 11ª posición, desembarazándose rápidamente de él. Pérez y Alonso también pararon en la misma vuelta.
En la vuelta 18, Verstappen y Sainz entraron en boxes, mientras Raikkonen se colocó sexto, detrás de Hamilton. El holandés salió por delante del finlandés con holgura. El español de Renault montó el neumático duro (azul celeste), por primera vez en el fin de semana, igual que su compañero de equipo Hulkenberg. En la siguiente, paró Ricciardo para protegerse de Raikkonen y salió justo por delante del Ferrari.
Leclerc tuvo que abandonar en la 20 tras parar en boxes y después de que Sauber le apretase mal una de sus ruedas. Vettel paró al final de la 21 a montar los medios y salió por delante de un Hamilton que aún no había parado por no muchos metros. Mientras que Bottas lo hizo una más tarde, saliendo por detrás de Hamilton.
Alonso subió al 9º puesto tras las paradas de los Haas, pegado a Ocon y con Magnussen pegado a la trasera del español, con Sainz a 1,6 del danés. El hammer time de Hamilton comenzó a reflejarse en su ritmo, inigualable para el resto de los pilotos que compitieron el domingo en Silverstone.
Al inglés de Mercedes su ingeniero tuvo que pedirle que se callara después del enésimo lloriqueo sobre lo complicado de “luchar con estos tíos”. Hamilton era el más rápido en pista antes del coche de seguridad. Alonso era 10º y Sainz, 12º, cuando el coche de seguridad volvió a boxes en el 37º giro.
Por detrás, Sainz y Grosjean se tocaban en el mismo punto cuando el español había pasado al francés y acababan contra las protecciones, provocando que el coche de seguridad regresara a pista antes de cumplirse una vuelta sin él.
Vettel intentó el órdago en los primeros metros, pero Bottas le cerró la puerta en la entrada a la antigua recta de meta. Mientras que Raikkonen se merendaba a un Verstappen errático y con problemas mecánicos, que vio cómo su Red Bull le dejó tirado antes del final.
La batalla entre los dos Mercedes y los dos Ferrari se desarrolló con intensidad hasta que a cinco vueltas del final, Vettel volvió a intentarlo antes de las S y completó la maniobra de cirujano ante un Bottas que se quedó sin neumáticos y acabó 5º. Hamilton hizo lo propio en la vuelta siguiente, apretando al máximo en la recta final para tratar de completar la machada.