No necesitaba ganar, ni arriesgar. Una quinta posición era más que suficiente para conseguir su gran objetivo, pero quiso hacerlo a lo campeón. Con una dominante actuación, Simon Pagenaud lideró de principio a fin el Gran Premio de Sonoma para conseguir su quinta victoria de la temporada y hacerse con su primer título de IndyCar, tomando el relevo de Sébastien Bourdais como el segundo campeón francés de monoplazas en Estados Unidos. Saliendo desde la pole, Pagenaud ejecutó su plan a la perfección: mantuvo la posición y se marchó de sus perseguidores, tanto en la salida como en la resalida tras el único periodo de bandera amarilla que hubo, el que dejó sentenciado el campeonato.
Will Power, que comenzó cuarto y que tenía un déficit de 44 puntos con Pagenaud, había pasado a Juan Pablo Montoya en la salida y a Hélio Castroneves en boxes. No era suficiente, necesitaba que Pagenaud tuviese un contratiempo, pero sus pocas opciones se desvanecieron cuando su coche se quedó clavado en primera velocidad en la vuelta 37, casi al mismo tiempo que Spencer Pigot se quedaba detenido en la curva 1. Entre el remolcaje hacia los boxes y la reparación, el australiano perdió 8 vueltas antes de regresar a pista, ya sin posibilidades. Aún así, retuvo el subcampeonato, el cuarto de su carrera.
El único piloto que puso en aprietos la victoria de Pagenaud fue Graham Rahal. El estadounidense pasó a Montoya justo en la vuelta en la que Power se quedó sin potencia, y se valió del error estratégico de Castroneves, que no paró durante la bandera amarilla, para ponerse segundo. Llegó a estar a menos de un segundo de Pagenaud en las vueltas finales, pero no pudo intentar una maniobra, y se conformó con su cuarto podio del año, que le hace terminar el campeonato en quinto lugar, siendo además el tercer piloto que más puntos ha sumado en circuito tras Pagenaud y Castroneves.
Montoya logró conservar el tercer lugar, terminando un año nefasto con su tercer podio y dentro del top 10 de la general. El ganador de la Indy 500, Alexander Rossi, confirmó su condición de novato del año con una sólida carrera, en la que pasó a Ryan Hunter-Reay y a Scott Dixon en la salida. Iba camino de acabar cuarto, pero se quedó sin gasolina en la última curva, y Hunter-Reay le arrebató la posición.
En sexta posición terminó Josef Newgarden tras ganar tres puestos en una buena salida y perder posición con Hunter-Reay en su primera parada. El piloto de Carpenter concluye el año en el cuarto lugar de la general, como el mejor piloto no-Penske y siendo objeto de deseo de todos los grandes. Tuvo que defenderse en las vueltas finales del ataque de Castroneves, cuya parada fuera de secuencia le obligó a ganar posiciones desde el 11º lugar. Completaron el top 10 Marco Andretti, en la mejor carrera de su peor año como piloto, Charlie Kimball y Bourdais, que perdió el noveno lugar a 8 vueltas del final.
Con otro buen top 10, el undécimo del año, Kimball fue el mejor de una Ganassi que tuvo un día para olvidar. En la última carrera de su patrocinador Target tras 26 años en IndyCar, Scott Dixon tuvo que hacer dos paradas extra por problemas en su radio, usando una de ellas incluso para cambiar de casco, y terminó en un 17º lugar que le hace acabar el año en sexta posición, rompiendo una racha de 10 años entre los 3 primeros de la general. Tony Kanaan, por su parte, probó una estrategia alternativa, como Takuma Sato o Carlos Muñoz, en busca de ganar posiciones con un segundo caution que nunca ocurrió.
Con un final anticlimático, Roger Penske obtuvo su 15º título de pilotos en IndyCar, sólo el tercero en los últimos 15 años, copando además los 3 primeros puestos en la general en una temporada impecable (10 victorias y 11 poles). Pagenaud se une así a la ilustre compilación de campeones del Capitán: Tom Sneva (1977-78), Rick Mears (1979, 1981-82), Al Unser (1983, 1985), Danny Sullivan (1988), Al Unser, Jr. (1994), Gil de Ferran (2000-01), Sam Hornish, Jr. (2006) y Will Power (2014).
Un campeonato obtenido merced a un año absolutamente dominante en circuito (5 victorias, 6 poles y 7 podios en 11 carreras), apuntalado con un podio y tres top 5 en las cinco carreras de óvalo, e impulsado por el mal inicio de Power, la irregularidad de Ganassi y los abandonos y lesiones de Newgarden. Un premio merecido tras tres excelentes años en el top 5 de la general con Schmidt y un mal primer año con Penske en 2015, enderezado con creces este año. Ahora, les toca celebrarlo. Con nuevos pilotos (Montoya, Kanaan, Sato o Hawksworth podrían haber disputado su última carrera...) y con mucho cambio de cromos, la IndyCar regresará el próximo 12 de marzo, una vez más, en las calles de St. Petersburg.