La cadena de desastres que ha dejado fuera de la Indy 500 a Fernando Alonso

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La no clasificación de Fernando Alonso para las 500 Millas de Indianápolis 2019 es un fracaso bien sonado, uno de los puntos negros en la historia del equipo McLaren. Varios son los errores cometidos en la preparación de cara a la prueba, según informes de Associated Press confirmados por el CEO del equipo Zak Brown. De este modo, el ovetense tendrá que esperar antes de volver a lanzarse a conquistar la última pieza de la Triple Corona ya que cuenta con el Gran Premio de Mónaco y las 24 Horas de Indianápolis en su historial.

En primer lugar, las esperanzas estaban muy elevadas después de su debut en 2017 donde llegó a liderar con el equipo Andretti Autosport, uno de los equipos punteros en Estados Unidos. No obstante, en esta ocasión la alianza se realizó con Carlin, equipo británico que no está a la misma altura que Andretti. De hecho, mientras los coches de Andretti lograron clasificarse sin problemas, tres coches de Carlin quedaron fuera en la repesca: Alonso, Patricio O’Ward y Max Chilton. Charlie Kimball fue la excepción, clasificándose en mitad del pelotón.

Llegar sin volante y mal pintado

Los test iniciales, que tuvieron lugar en Texas Motor Speedway, fueron retrasados por un sencillo motivo: el equipo no disponía de volante. La idea inicial era la de hacer uno propio, pero este no llegó a tiempo. Brown, junto con Carlin, tuvo que mover algunos hilos para obtener un volante de Cosworth ya que de hecho Cosworth no tenía ninguno disponible para vender en ese momento.

Mientras tanto, en McLaren observaron que el coche de repuesto no tenía el mismo tono de naranja corporativo del equipo y del coche principal, por lo que mandaron el coche de vuelta a Gran Bretaña para repintarlo mientras Alonso realizaba los test con el coche principal, teniendo solo ese coche disponible. Este detalle resultó crucial, pues Alonso tuvo un accidente el miércoles 15 y el coche de repuesto estaba desmontado al otro lado del mar – esto explica su ausencia durante dos días, pudiendo rodar solo al final.

Quizás sea este el problema más importante, pues un equipo que necesita recuperar terreno frente a otros como Penske, AJ Foyt, Ed Carpenter o Andretti requiere del mayor kilometraje disponible. Lo habitual es tener otro coche preparado en caso de accidente para perder el menor tiempo posible, más en el caso de Alonso que no tiene el mismo rodaje sobre óvalos que otros pilotos que compiten a tiempo completo en Estados Unidos.

Reglajes incorrectos

El material repintado regresó a tiempo para que Alonso pudiera volver a salir a pista el último día, pero el coche no estaba del todo a punto: debido a un problema de medición al pasar del sistema métrico a pulgadas, el coche de Alonso rozaba el suelo en su primera vuelta lanzada, una mala noticia para alguien que necesita hacer tiempos cuanto antes. De nuevo, más tiempo perdido y Alonso se dirigía al Bump Day, donde los seis últimos coches peleaban por tres plazas, los puestos 31, 32 y 33 que cerrarían la parrilla de salida.

Y para el Bump Day, volvió a ocurrir. En esta ocasión también se produjo un error grave, en concreto de reglajes de la relación de la caja de cambios. La marcha final era demasiado corta y el coche de Alonso solo podía alcanzar unas 227,9 millas por hora cuando era posible llegar hasta 229 millas. Alonso se quedó fuera en el último momento tras ser superado por 13 milésimas por Kyle Kaiser, del equipo Juncos Racing.

Como CEO del equipo, Brown ha reconocido estos errores, asegurando que le hubiera gustado contar desde antes con Gil de Ferran, pero ello hubiera supuesto comprometer el programa del equipo en Fórmula 1, de donde se está recuperando tras varios años sin resultados. De Ferran solo pudo ser movilizado una vez Andreas Seidl, fichaje estelar de este año proveniente de Porsche, tomó su puesto.

Si McLaren pretende resarcirse en años venideros de este sinsabor, la lección está aprendida: todo ha de ir bien desde el primer test en Texas. Contar con un equipo puntero es primordial para que Alonso consiga la meta deseada. Aunque el ovetense no correrá este año, desde el puesto 19 saldrá Oriol Servià en uno de los coches de Arrow Schmidt Peterson – compartirá fila con el único representante de Carlin, Kimball, así como J.R. Hildebrand.