Oriol Servià coqueteó con el Fast Nine en un sábado dramático

Lo tuvo al alcance de la mano. Le sobraron 20 minutos a un día que podría haber sido idílico. Oriol Serviá se quedó muy cerca de conseguir terminar la primera jornada de entrenamientos clasificatorios para las 500 millas de Indianápolis entre los 9 primeros, lo que le habría permitido luchar por la pole el domingo, algo casi impensable antes de empezar la semana. Pero los acontecimientos no jugaron a su favor, y su aspiración este domingo será pelear por ocupar la cuarta fila de la parrilla.

Los procedimientos del día empezaron con 4 horas de retraso debido a la lluvia que cayó durante toda la mañana, lo que obligó a reducir las 2 horas de entrenos libres programados a tan sólo 40 minutos, y las 7 horas de tiempo de clasificación a 5. En esos breves entrenamientos libres, se produjo el segundo accidente de la semana, cuando Max Chilton perdió el control de su coche en la curva 2 e impactó con el frontal y la trasera en el muro. El piloto salió sin problemas del coche, pero los daños impidieron al británico calificar, y deberá esperar al domingo.

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— Matt Archuleta (@indy44) 21 de mayo de 2016

En la primera fase de la clasificación, en la que todos los pilotos completaban un intento de 4 vueltas en un orden determinado por sorteo, brilló Townsend Bell. El veterano piloto de GTs norteamericano, al volante del #29 de Andretti, registró una espectacular primera vuelta en 231.582, y batió, con su promedio de 230.452, a Josef Newgarden, Carlos Muñoz y Simon Pagenaud. Los registros de estos 4 pilotos fueron suficientes para acceder al Fast Nine sin necesidad de un segundo intento. Oriol Servià fue el único piloto, junto a Bell, que superó las 231 mph en su primera vuelta, para obtener el sexto mejor registro, un 229.883, justo por delante de Hélio Castroneves y Will Power.

El viento y los cambios de temperatura complicaron la vida a muchos favoritos, cuyos tiempos les obligarían a un segundo intento a posteriori. Quien no tuvo esa opción, por desgracia, fue Pippa Mann. La piloto británica sufrió un fallo en un flap de su alerón trasero que le hizo trompear en la curva 2 durante su primera vuelta. Logró esquivar un fuerte impacto contra el muro con gran pericia, pero no pudo evitar que su rueda trasera lo tocase, haciendo que su coche se dirigiese a velocidad reducida hacia el muro interior.

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Tras un breve receso, varios pilotos se precipitaron a hacer nuevos intentos durante la última hora. Aquí fue donde James Hinchcliffe, 11º en su intento original, logró el mejor promedio del día con un estratosférico 230.946. También volvió por sus fueros el contingente Penske, con Castroneves y Power. La mejoría de todos estos pilotos, sumada a la de Ryan Hunter-Reay, dejaba a Servià fuera del top 9 a apenas 20 minutos del final, tras aguantar los intentos de Juan Pablo Montoya y Scott Dixon. El piloto catalán salió a por todas buscando mejorar, pero una mala primera vuelta arruinó sus opciones.

En los instantes finales, hubo más drama. Tras un segundo intento fallido, Marco Andretti logró mejorar por muy poco el registro de Hunter-Reay a 6 minutos del final. Duró poco la alegría: su compañero era el siguiente en salir, y un promedio portentoso (230.805, el segundo mejor del día) le dejó fuera. Hunter-Reay cruzó la meta cuando aún quedaba un segundo en el crono, lo que, sumado a los 15 segundos que tarda la tradicional pistola en ser disparada, permitió un tercer intento sobre la bocina a Mikhail Aleshin. El ruso logró el séptimo mejor registro, dejando fuera a un magnífico Alexander Rossi que no había salido a mejorar su primer promedio.

Los 9 pilotos más rápidos del sábado se enfrentarán en el Fast Nine, una sesión a un único intento que se disputará este domingo a partir de las 23:00 (hora española), y que decidirá el orden de las 3 primeras filas. En las dos horas previas, los 24 pilotos restantes resolverán el orden del resto de posiciones, también a una sola carta. Antes de todo ello, los equipos dispondrán de 2 horas de entrenos libres para dejarlo todo a punto en el día que cerrará la parrilla de una Indy 500 histórica.